jueves, 27 de agosto de 2015

¿ME ACEPTAS EN TU CASA? [11]

¿ME ACEPTAS EN TU CASA? [11]

Sí amor de mis amores, aliento en cada día, aroma de mis flores, sinfonía en el viento, estás aquí desde mucho antes de mi nacimiento y seguirás estando, hasta después, mucho después de todo tiempo, y te amo, no lo dudas porque conoces mi corazón, soy tu oveja gris, pastando en verdes prados, esperanzas y poemas para ti.

Ayer vivía en montañas escabrosas, parecía que no podía continuar, caí a un abismo de muerte y de ahí me sacaste, luego un comején se aferró de mi pecho, ardía la carne y me despellejaba, pero estuviste ahí, me mostraste niños que se fueron, jóvenes que deseaban vivir, pero su tiempo había terminado, de nuevo me enseñaste el don de la paciencia, que tardé mucho en conseguir.

Hubo sendas extrañas, caminos oscuros, pero me cargaste cuando todos me pateaban, me diste ánimo ante el desprecio de quienes debían amarme, mi autoestima estuvo por el piso y deseé morir, luego vi cómo nacían pájaros, unos iban, otros venían, a mi lado caían heridos, a mi puerta llegaban vencidos, y me diste una pequeña tarea que me vuelve grande ante ti: doblarme como un girasol para agradecer de ti todo favor, y luego, me regalaste perfume caro, el más fino de tu huerto, para que con él bendijera a mi madre antes de ir a tu encuentro.

¿Ahora me preguntas si te acepto en mi casa?

¡Aquí estás desde siempre!, ¡lo sabía!, a veces no te encontraba y era porque me llevabas en tus brazos cuando estaba dormida, mi cansancio lo tomaste, te llevaste mis cargas y afanes, ahora estoy descalza, desnuda ante ti, ¿qué poseo?, ¿qué otro tesoro deseo si estás dentro de mí?


¡Oh amor mío!, mi más caro y hermoso amor, no hay duda cuando pienso en ti, no hay pena, sólo tornan a mis ojos todas las perlas del mar, y se hace hondo y profundo mi interior, cuando observo tu paisaje, y me doy cuenta que cada día lo pintas con renovados colores, a la noche la arropas de negro, para que llegue el descanso en medio de diamantes azules, y una luna llena que muerdes a tu antojo para que florezcan nuevos lirios en tus valles.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, agosto 27/15

No hay comentarios:

Publicar un comentario