FLORES DE MI MADRE [20]

FLORES DE MI MADRE [20]

¿En qué rincón moreno, ha parido mi madre una flor?

¡Bendita tierra que recibes con amor cada semilla,

y nos devuelve en abundancia todas sus joyas!

¡Oh mama mía!

¡Si pudiera mi corazón,

expresar lo que guarda en sus profundidades! 

Ahora mismo has resucitado en mis ojos,

eres manantial,

roca viva entregando diamantes para todos.

¡Bonita mía!,

celeste ilusión abrazada de un lirio moreno:

¿en dónde ha quedado el rincón de las rocas

donde nos topábamos

y nos juntábamos como hojas secas?

Aquí y ahora: ¿te dije alguna vez cuánto te amaba?,

pero fueron más espinas que rosas lo que te di,

fue más el dolor que te entregué que sonrisas,

y ahora te matan una y otra vez,

pero sigo suspirando por tus venas,

siguen brotando lirios blancos de tus heridas, ¡morena mía!,

a pesar de toda iniquidad.

Mañana, dije que sería un día soleado,

y que caminaría por tus laderas.

¿En que orillo me contarás de ti?

¿Cómo es vivir en el viento?,

¿Cómo será, permanecer como una hoja que poco a poco se deslíe,

y sólo una sonrisa de mentiras queda?

Es un extrañar de siempre,

plumas que se llevan nuestros sueños

colgadas frente a mí.

 ¿En dónde quedó el ave que las contenía?

¿En qué rama canta ahora, que no la escucho?

Se va la noche,

un nuevo día despierta

para iniciar a caminar instantes,

tropezar con rocas grandes o pequeñas,

y ver que cada día, un gigante árbol cae,

y una palmera ocupa su lugar.

¡Brutos!, te estamos matando poco a poco.

¿Cómo se revertirá el daño que te hicimos?

Caerán cerros sobre nuestras cabezas,

se volverán pequeños hilos de plata enojadas aguas,

arrasando con nuestra inmundicia

para que la purifique el mar,

y la vomite de nuevo en su orilla.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, agosto 22/15