EL ERMITAÑO 2 [26]
Busca el ermitaño
prestada casa,
le anima el sol
brillante cada día;
adora los verdes del
bosque,
y entre los arenales
calientes
fabrica un nido.
Conoce de los golpes
de la vida,
luego, si las olas
empeñadas,
su hogar destruyen;
su hogar destruyen;
en un va y viene,
frío y desnudo;
¡corre!, y entre los
corales,
una caracola viajera
dona su palacio pleno
de mágicos sonidos,
y perlado techo de
colores.
Sabe de Dios y del
tiempo…
Adora el agua y la
tierra,
no miente si da
un paso adelante con miedo,
y luego, en un
impulso, con temor a lo extraño,
busca refugio entre
la roca fuerte
¡y en ella se duerme!...
Del ermitaño un
corazón de luna
vestido de plata
sobre su alma.
¡Dame niña linda tu
casa nueva,
para esconderme del
mundo que me daña!
Al amanecer nada le
importa,
lo veo correr con su
pesada carga
tan feliz se esconde
entre las rocas,
¡tan radiante!,
cuando el sol besa su
cara…
Raquel Rueda
Bohórquez
Barranquilla,
julio/13
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