VIENDO
[14]
¿Hacia
dónde puedo ver?
Nada
me importa más
que
adivinar el río correr.
Parece
serpiente
que
entre su llorar se pierde
acumulando
de todos
su
pestilencia.
No
está el día bonito,
toreamos
al destino,
se
vuelve sombra un encino
y
bajo su alar me cobijo.
¡Pájaros
necios!,
¿no
se dan cuenta?
no
quiebres alas a un ruiseñor
porque
al morir cantará.
Presos
estamos
de
nuestros afanes,
pero
es un manantial
pálido
y tranquilo
quien
al juntarse con otros
se
volverá río.
Viendo
a la cuesta
nada
me asombra
más
que el brillo del sol
besando
mi sombra.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
mayo 20/15
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