Gian de loca...
A VECES
Entre las sombras a veces nos movemos
Vamos, venimos, nos quedamos en el centro
En un círculo celeste, gris, níveo...
A veces, las penumbras anuncian madrugadas
Las madrugadas lejanías
Las lejanías, olvido.
Más todo se nos regala, hasta el dolor
Para pulir la roca del alma
Abrir los ojos a la verdad.
A veces, te veo ir sin destino
Cuando mis brazos creía eran tu anhelo
Pero somos libres siendo prisioneros.
Una sombra te regala otra
Más es una luz al final
Y todo el espacio se llena,
Cada primavera trae nuevas flores,
Sin importar el tiempo
Todo invierno bendecirá la mirada.
Y a veces, ¡qué raro!
Sentimos que no avanzamos
Que el puerto se aleja de nuestra barca.
Luego, todo vuelve a su lugar
Se ha colado un rayo de luz
Hay un resquicio por donde viaja el amor
Y tiene color pálido
Como un ave sobre un gajo vacío
Que trina y abre sus alas sin dudar.
A veces... sólo a veces
Nos damos cuenta que por más que andemos
Siempre habrá un círculo que nos llama,
Por gracia se multiplica y vuelve claridad mi lago
Es el resplandor del poeta del silencio,
El sonido blanco del pintor que regala vida y aliento.
Ha de ser que estoy cansada y apenas me levanto
Puede ser que dormí despierta
Y aún no te hallo o puede ser que no me he trabado
Con el primer tinto de la mañana.
Luego advierto que es navidad
Mi enanito de regalo bajo la almohada,
¡Ésta vez no lo perderé!
Porque al recibirlo te habré hallado
Y al hallarte me habré encontrado.
Es que a veces buscamos la felicidad
Y ella nos encuentra dormidos,
Se vuelve globo y llena mi lugar.
¡Es navidad!,
¿Acaso me había dado cuenta?
Ahora que te hallé, mi rostro pinta una sonrisa.
Hay brillo, y las sombras se alejan
Llega la buena suerte y la ventura
Hallé a un amigo y me abracé de su angustia.
Corrí detrás de una mariposa, ¿será ella?
Puede ser ¿quién me puede alegar que no?
Se quedó ante mis ojos danzando y luego,
Como una princesa se alejó cantando.
A veces amigos sucede que no estamos solos
Siempre nos tenemos a nosotros y debemos abrazarnos
Escuchar el palpitar del corazón y amarnos
Aceptarnos tan solo para aceptar a otros.
Amarnos para hallarnos y comprendernos
Mirarnos al espejo y multiplicarnos
Con miles de mensajes para descifrar,
En el caleidoscopio de luz
Que se roba nuestro espacio.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 24/14
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