RAYOS DE LUZ
Un rayo de luz nos anunciará el día, no importa si estamos corriendo, si estamos bailando, si estamos haciendo el bien o el mal, pero es seguro que es ahora, cuando lo vemos en otros espacios, que debemos las rodillas doblar.
Pasaba por ahí, viendo a mi amor, me contentaba con llevarle una flor, la prestaba de cualquier jardín, pero ahora, ¿en dónde se hallará?, debe estar fabricando un nido de seda entre gajos de estrellas, ha de ser que pasa un momento por mi árbol como avecilla de paso, ¿o será la golondrina que surcó el cielo azul ayer en la tarde?
Debe ser, ¿quién diría que una gota de lluvia tendría el color de sus ojos?, ahí estaban sobre una hoja de mi árbol, tan verdes que su alma estalló dentro de la mía, y al cerrar los ojos, volamos las dos abrazadas...
Caminé otro tanto, se ha quemado de nuevo mi guiso, será un rico ahumado, pues en ella pensaba, no hay tropiezo, el corazón ordena y el alma vuela, hacia espacios donde el amor es un sonido de campanas...
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 18/14
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