domingo, 5 de octubre de 2014

EL CENTRO


Paisaje. Zapatoca Santander.

EL CENTRO
Vi en medio del paisaje una pequeña llama, creí que era un incendio en el bosque provocado por alguien, pero fue mi amado pintor, antojado en conmover nuestro corazón, que dejó caer una gota de sangre de su costado, para regalar al bosque un pequeño sol que nos inundara de su amor. ¿o es una flor?, debe ser porque a pesar de la distancia, perfuma, ahora perfuma mi estancia.
Escucho el cantar de los mirlos, y de nuevo regresó ese divino sonido mientras creía dormir, la danza de las hojas me conmovió, al igual que un turpial tejiendo como el mejor artesano un moisés para sus bebés.
Un arpa escuchada pensando en ti, mi amor de poesía, guardándote en el centro como un sol que ilumina y llena de resplandor el mundo, para quedarme vestida y engalanada para una salida que tampoco fue.
Y llega la noche, a la vez con los aviones mutantes con espada, empeñados en robar nuestras flores encendidas, se agitan a mi alrededor cual si fuesen corazones malvados sin alma, pero con un sonido espantador.
Bailemos amor, éste segundo donde estamos tú y yo, cantemos como las aves mientras llega mañana, y de nuevo en su centro veremos el astro con traje nuevo, bordado en hilos de oro y seda de manantial.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 5/14

No hay comentarios:

Publicar un comentario