POR QUÉ TE QUIERO?
En el infinito hay miles de seres
Una razón especial para que estemos aquí
Otra para que la mirada se antoje en la tuya
-No somos nosotros, es la fuerza del ayer que nos atrae-
Creo que fui tu esposa en alguna generación
Que nos amamos con intensidad
Y la luz nos dio la oportunidad de encontrarnos ahora.
Sonreiremos con las mismas palabras que nos parecen locuras
Creemos que somos quienes las escribimos
Pero es ese algo que nos dicta letras y letras
Enjuga nuestras lágrimas y sin saberlo
Toca nuestras manos y dedos
Impulsando el pensamiento dormido
Agrandando el corazón en un te quiero
Y despejando las nubes grises para los dos.
Escucho ahora las 4 estaciones de Vivaldi
Y estaba pensando en un nevado
En gotas de lluvia blanca que caen del cielo
Y te soñé vestido de azul, abrigado pero temblando
Tan lejos de mí que decidí volverme gaviota
Mi pensamiento me acercó a tu orilla
Mis manos acariciaron todo tu mundo
Tus montañas fueron mías, y mis flores tuyas
Tu boca fue la hoguera por donde penetró mi lengua
Nos quedamos viéndonos como ahora,
Pensándonos para ser uno solo
Me comí todo tu universo
Lo atrapé en mi alma y regresé de nuevo
A la realidad.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 1/14
Una razón especial para que estemos aquí
Otra para que la mirada se antoje en la tuya
-No somos nosotros, es la fuerza del ayer que nos atrae-
Creo que fui tu esposa en alguna generación
Que nos amamos con intensidad
Y la luz nos dio la oportunidad de encontrarnos ahora.
Sonreiremos con las mismas palabras que nos parecen locuras
Creemos que somos quienes las escribimos
Pero es ese algo que nos dicta letras y letras
Enjuga nuestras lágrimas y sin saberlo
Toca nuestras manos y dedos
Impulsando el pensamiento dormido
Agrandando el corazón en un te quiero
Y despejando las nubes grises para los dos.
Escucho ahora las 4 estaciones de Vivaldi
Y estaba pensando en un nevado
En gotas de lluvia blanca que caen del cielo
Y te soñé vestido de azul, abrigado pero temblando
Tan lejos de mí que decidí volverme gaviota
Mi pensamiento me acercó a tu orilla
Mis manos acariciaron todo tu mundo
Tus montañas fueron mías, y mis flores tuyas
Tu boca fue la hoguera por donde penetró mi lengua
Nos quedamos viéndonos como ahora,
Pensándonos para ser uno solo
Me comí todo tu universo
Lo atrapé en mi alma y regresé de nuevo
A la realidad.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 1/14
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