He visto llover gritos, ultrajes, malas caras...
pero también una que otra sonrisa
y ellas borran el dolor.
Sí mi amor... he visto como caen,
pareciera que la luz penetrara en cada gota
y una extraña luminosidad invita a un iris.
Cómo entrarán ahí los colores?
Es una tragicomedia donde la muerta soy yo
doblada,de rodillas, agradeciendo al sol
hoy y ayer, por ser tan dulce y cálido
y transformar mis sombras en luz.
Claro que sí, mi amor...
!Cuánto quisiera una lluvia de besos!,
tuyos, nada más, esperándote bajo un árbol
mi árbol con pocas hojas verdes
pero con muchas flores perfumadas.
He visto miles de lluvias, mágicas y frías
pero ahora, ansío una lluvia sobre mi piel
tus manos tan solo, como un riachuelo,
tu lengua,como un manantial, bajando suave
tocando la mía y yo, buscando la tuya...
!!Qué lluvia!!, divina, como un sueño realizado
corriendo los dos tras ella, y ver ansiosas perlas juntas
multiplicadas como una, llegar al mar...
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 25/14
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