¿QUIÉN ELIGE?
Un nuevo día nos espera
¡claro que se puede amar!
¿elegimos la manera ?,
ésta es una, y no le hacemos daño a nadie,
inventamos poemas cada segundo y sonreímos,
soñamos y continuamos.
Estábamos ahí, tristes y solitarios
la brisa pasó un instante y nos estrelló,
parecíamos pequeñas luces de navidad
todo era oscuro, pero esa negra tarde
permitió que pudiera verte,
y ahora, eres mi luciérnaga azul.
sin mucho ruido, penetramos el universo
nos amamos bajo la lluvia
entre las simples flores del campo
el perfume se expande como la onda de un suspiro,
y el celaje de las estrellas en las noches.
Amor, ¡qué bonito eres!
siempre que te descubro por ahí
temblando en esas sábanas heladas,
queriendo complacer siempre a otros
buscando, hurgando y soñando como yo
con días prósperos y mejores,
me doy cuenta de lo valioso que eres
y sólo ruego por verte en el lugar que mereces.
¿Qué lugar merecemos?
¿Nos hemos dado cuenta que éste es el mejor lugar?
Si no hubiese sido así, entonces
no te hubiera visto nunca, estaba ciega
las luces y el ruido no permitían verte,
pero ahora, hizo estación mi tren
y puedo contemplar tu imagen
a través de una pálida pantalla
donde siempre estás.
Sueño con estar contigo
así, entre dorados, viendo a lo lejos
disfrutando de cada caricia de la brisa
y amando, siempre amando el sol
que entre destellos dorados nos ciega
y nos abriga a pesar del frío invierno
siendo cobija para el mar
entre láminas de oro derretido
y el fuego intenso de mi amor.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio11/14
Imagen: Internet
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