MARIPOSA AZUL
16 de julio de 2014 a la(s) 9:36
En mi jardín siempre aparece una oruga;
no puedo tratarla como gusano,
pues en su interior
se conserva el alma de un ángel.
Era una mariposa azul,
los rayos del día inundaban su vida;
su corazón mínimo,
su boca una flauta
que emitía sonidos de brisa
y de ella tomaba su aliento.
Hoy la mariposa recibió una mala noticia:
No podría seguir soñando
tendría que sufrir mucho,
el dolor agudo era una espina en el alma
y poco a poco se desvanecía el color
para volverse en un instante
como una nívea flor.
¿Por qué lloras mariposa?
Cometí muchos errores –confesó-
Ahora mi equivocación me costará.
El sufrimiento es una daga mortal
que acaba con mis alegrías
y arrastra con las de otros.
¡No llores mariposa!, -exclamó el gorrión-
¿Acaso no sabes que aunque mueras
seguirás volando,
y en ese vuelo nada sentirás?
No te impacientes,
vive el instante,
creo que lloverá hoy.
Abrázame un tanto fuerte,
mientras oro un poco sobre éste rosal.
Y el gorrión inició su oración del día
más temprano que el sol,
mientras la mariposa esbozó una sonrisa
y expiró.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 16/14
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