¡APÁGATE!
SI QUIERES BRILLAR, ¡APÁGATE!
La muerte de un inocente en traje negro,
es la luz que nos falta para brillar en la oscuridad.
Como una lámpara,
en silencio, apagada...
No hables nada, espera,
sé paciente.
Una cerilla encenderá el fuego,
alguien notará tu ausencia
pero será tarde,
la oscuridad te hará brillar.
Como una roca en la montaña
parecerás un joven de rodillas
o una mujer orando.
¡Apágate!, no hagas ruido.
Espera que la corriente persiga el mar,
es su fin y su anhelo,
que las gaviotas busquen luz
en medio de la oscuridad del océano
y atrapen en sus picos
un poco de ventura
en medio del ruido
y la sonoridad del viento.
Un consejo dado en sueños,
¿quién sería?
Me pidió que me apagara
como la helada noche
vestida de negro traje
para que pueda brillar.
¡Ha de ser así!
Debo callar, silenciar
ser ostra en su propia tumba
con una herida mortal.
Un grano de arena le hará despertar
con un pequeño tumor
que más tarde
alguien del cuello colgará.
Y entre las hojas secas,
una oruga fabricó una cárcel para vivir,
y en su lobreguez,
vio que existir
era un sueño pasajero.
Sus alas abiertas, silenciosas,
paseando en el camino:
¿Eres azul mariposa
el retrato de un niño?
-No, responde muy suave.
Soy tan solo un alma vagando
entre luces de un sueño,
pero mañana, despierta,
estaré de negro
dormida en la luz de un cocuyo.
¿Quién te vistió tan bonito?
Brillan al sol tus alas,
semejan niñas morenas
que ríen y cantan.
Contento va un mochuelo
por el bosque trinando.
Brillo es su canto
que en dorado pico
nos halla a veces llorando
y otras exhalando.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 13/14
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