A MI MADRE
A MI MADRE LR4
Cada vez que me
encuentro en soledad, y el frío de tu ausencia pareciera calar en mi alma; recuerdo
la calidez de tu mirada, tus manos sobre
las mías, y el brillo de tus ojos, me parece como un lucero donde habitas cada
día.
Cada segundo estás
en mi mente; y como un estero donde el fuego existe, así mi corazón de violetas
teñido, trae para ti un ramo de flores;
cada segundo, mientras pueda... Y desde éste pensamiento aún lúcido
cuando retorne tu voz, como el canto de
un sinsonte, y observe pasar un águila errante, creeré que eres tú, que en su
vuelo de cometa libre, agita la bandera de mi existencia para que te siga.
Nunca creí que
doliera tanto no verte, que tus cansadas manos sobre las mías las añorara, hoy
habitas como una golondrina donde un nido quedó vacío, y permanezco en el
silencio de la fría noche, esperando por tus alas, añorando ese abrigo tuyo
lleno de oraciones que me sostenían.
Viajaré a tu lado
cada segundo; no he de olvidarte madre mía, la reina de corazones que viajó
temprano, antes de la aurora; cuando aún la noche vestida de negro te
anunciaba, que el sol vendría por ti, mientras yo dormía.
Raquel Rueda
Bohórquez
Barranquilla,
junio/12
No hay comentarios:
Publicar un comentario