jueves, 3 de julio de 2014

A MI MADRE

A MI MADRE

A MI MADRE LR4

Cada vez que me encuentro en soledad, y el frío de tu ausencia pareciera calar en mi alma; recuerdo la calidez de tu mirada,  tus manos sobre las mías, y el brillo de tus ojos, me parece como un lucero donde habitas cada día.

Cada segundo estás en mi mente; y como un estero donde el fuego existe, así mi corazón de violetas teñido, trae para ti un ramo de flores;  cada segundo, mientras pueda... Y desde éste pensamiento aún lúcido cuando  retorne tu voz, como el canto de un sinsonte, y observe pasar un águila errante, creeré que eres tú, que en su vuelo de cometa libre, agita la bandera de mi existencia para que te siga.

Nunca creí que doliera tanto no verte, que tus cansadas manos sobre las mías las añorara, hoy habitas como una golondrina donde un nido quedó vacío, y permanezco en el silencio de la fría noche, esperando por tus alas, añorando ese abrigo tuyo lleno de oraciones  que me sostenían.

Viajaré a tu lado cada segundo; no he de olvidarte madre mía, la reina de corazones que viajó temprano, antes de la aurora; cuando aún la noche vestida de negro te anunciaba, que el sol vendría por ti, mientras yo dormía.




Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, junio/12





No hay comentarios:

Publicar un comentario