EN LA MECEDORA
La señorita Eligia, dijo que las hijas de Pedro Agustín eran "bandidas", porque no pertenecían al grupo de las evangelizadoras, y porque la una tenía novio y se veía a escondidas de los paes, detrás del Colegio Salesiano, y las otras eran más brinconas que cabras, y no le ayudaban a la mae con los oficios de la casa, entonces la señora de la esquina pasó cierto día, y vio que alguien le daba bocado a un señor que comía en la misma mesa, mmmmm...¡ seguro que es el mozo de la vieja!, pero el "mozo", resultó ser mi apá, y que los muchachitos no cogían juicio, eran unos badulaques que quién sabe qué hacían en Barranquilla, pero eso sí, qué jodas, se les pegó el hablao ese todo raro y enredao, y que la señorita Julia se murió sin haber probao bocado, ¡pobrecita,tan buena que era!,y que la otra se la juega al marido con el viejito de la esquina, ¡si, mijita, con ese!, quién la ve, eso es para quedarse con la pensión, porque ese pobre viejo no tiene alientos ni para defecar, ¡¡ahhh comadre y la última!!, también me contaron que la otra muchachita la menor ,es una ubachona de tiempo completo, por eso es que "la dama”, o sea yo, no deja salir a sus hijos con ella, ¡qué tal mija!, ¿que resulten diciendo que la puta es la hija mía y no la de ella? ¡Válgame Dios!, mejor lárgueme la camándula y echémonos otro rosario...
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, junio 18/14
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