lunes, 26 de mayo de 2014

SI EL TREN

SI EL TREN

Si acaso el tren pasara
quedando pegada de su orilla;
dame un beso con ansias,
un abrazo con ganas;
pues no sabré de tu regreso
ni conocerás de otras despedidas.

Pero si retorna y en él no existes
soledad, tristeza, llanto...,
la carrilera descubrirá gotas de rocío
que brillarán con el sol de la tarde,
y la voz será mudo reclamo
oscuro y lejano,
como las cuerdas de un arpa
que nunca fue tocada.


Más si te veo venir, elegante y soberbio
mirarás como si no me conocieras,
voltearás con tus aires de gitano
a ver hacia el mismo sitio
donde nos vieron amarnos,
pegados de los labios
devorándonos los dos,
sin importarnos el mundo
ni el paso de otro tren
sonando fuerte, corriendo veloz,
como caballo negro
con la cabellera suelta.

No importará que imagine tanto
sueño que llegarás con la cabellera blanca
¿para qué te la has pintado?
no me gustan las manchas negras,
delatan que quieres suplicar al tiempo,
¡quédate así amor mío!,
como un nevado con sus hilos de plata,
el amor no envejece,
pues si nada ha cambiado entre los dos,
te contaré un secreto:
siempre te he amado, y ahora,
mucho más todavía.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 24/14
Raymond Leech

No hay comentarios:

Publicar un comentario