domingo, 18 de mayo de 2014

A MI ESPALDA

A  MI ESPALDA

No sé si pueda compartir una flor
pero creo que estamos madurando
como el árbol que todo lo da
y tiene una cadena en sus pies
para abrigarnos.

¿Qué ha quedado a mi espalda?
Un nudo eterno, un eslabón fuerte
una herida que nace al segundo
para nunca cerrarse.

A mi espalda todo lo malo o bueno
pero tengo la dicha de un amanecer
hoy, un ayer que no sabía si llegaría
viendo en la blanca pared tu amor
como un lejano alivio en mi ventana.

Aquí estoy, robando un tesoro prestado
recostada en una cama que es ajena
como ajenos los edredones y las manos
que siempre estuvieron pero nunca amaron.

A mi espalda queda el mundo
un café que nunca se invitó
un helado que se negó
un bolsillo vacío y una rara sensación
esa roca que se quedó en mi garganta
y que hoy dice: ¡¡No más!!


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 18/14

Obra: Kames Rohmmanh

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