jueves, 16 de enero de 2014

OTRAS VECES


OTRAS VECES…

También otras veces, nos empeñamos sólo en las espinas…
Olvidamos los ríos de sangre que fueron vida
Que estuvieron aferrados, atrapados en sueños 
Pero ahondaron bajo las ramas secas
Y ahí se quedaron…

Otras veces también, nos quejamos mucho…
Otras nos elevamos, y decimos:
Soy el más feliz porque eso tengo en mi corazón
Pero al decirlo, me ha sobrado la comida
Cobro más de lo debido a los pobres, y olvido mi razón primera
Cuando doblo una y mil veces hojas de sagradas escrituras
Muchas de ellas amañadas por los tiranos…

¿Qué será de ti mi mariposa?
Aquí estás sobre mi sencilla mesa de un árbol muerto
Sonríes a pesar de no estar, y tu aroma persiste…
¿Será que una nueva tormenta se avecina?
Pero ayer nació tu nueva bisnieta, hermosa
¿La pudiste ver cuando nacía?

Tiene bellos ojos como la noche
Su piel parece tu chocolate espeso
Su sonrisa parece un botón de rosa
Y su corazón es lo más bello,
Tiene cascabeles como tu sonrisa.

¿Hacia dónde vas mi niño hermoso?
Mi pedazo de muchacho enorme y lleno de vida…

Yo aquí de nuevo, llorona como siempre…
Es que las cascadas son enormes, siguen brotando
Sigue fluyendo la sangre por las venas
Y de a poco los veo caer también a causa de una bala
De algún desprevenido que por ahí pasaba…

Me pregunto como el poeta: ¿Qué es la vida?
Realmente no lo sé, porque hoy me duele todo
Ayer tuve el mismo sueño donde un toro rojo me acosa
No tiene heridas, pero sí fuerza y arrogancia…

Huyo veloz entre la gente, pero nadie extiende la mano…
¿Quién será?... No lo sé… tal vez alguien que grita
Un ser que se esconde entre flores y aves, para suplicar un abrazo…

¿O serás tú mi toche dorado? Una prevención sobre el peligro
Y al contar todo se va, hasta el dolor en el pecho
El que siempre me agita con angustia cada amanecer
Y al dormir, creo que despierto a las mismas 3 y algo
Con la voz de la brisa sobre las puertas que cierran y abren
Como un frío que te mira a la espalda sin saber qué es,
Siempre acosa y corro de nuevo,
Dejando encendidas todas las luces y el miedo regresa…

Ahora escucho a los canarios de nuevo…
Tan felices parecen, pero creo que lloran libertad
Gimen montañas y cerros entre flores blancas y rojas…

Y dejo que pase todo, pues nada puedo hacer
Sólo dejar tristes letras por ahí, para recordar a mis amores
Y contarles cada día lo que pasa, mientras me acerco un poco más
A ese túnel de colores, que me llevará sin doler hacia un mundo
Donde no hieran las espinas, ni lastimen las rocas.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 15/14

No hay comentarios:

Publicar un comentario