TUS
MANOS [142]
Amor,
tu cercanía enrojece mi piel
tan
solo al imaginar tus manos,
ese
roce tibio sobre mi espalda
me
hace temblar cual hoja en invierno.
Ansiosa
de ti, eres mi fruto prohibido,
pasan
las horas esperándote.
El
tiempo se escurre por mis dedos.
¡Nada que atraviesas mi puerta!,
ni
asoma un ramo de rosas
en
tus manos.
¿Acaso crees que soy de hielo?
Envejezco,
soy monja enclaustrada
mientras
vas y vienes,
de
a poco me deslío
como
del cigarro el humo,
y
del agua la bruma pasajera.
¡Acércate!
Permite
que tus manos se deleiten.
Toca
la flor que ávida espera,
mis
pechos tiemblan ante tu mirada,
y
mi boca, codiciosa de un beso tuyo
está
pendiente en la rivera.
Acíbar
de poeta,
letras
que silencian sin sentirme amada
ven
a pronunciar en mis brazos
un
ahogado te quiero.
Torna
pronto,
antes
que me convierta el tiempo
en
una rosa deshojada.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
noviembre 1/13
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