ELLA
[130]
Advierto
en sus ojos el cansancio,
también
había ilusión y esperanza.
Fueron
tiempos difíciles, /todo era pecado,
pero
la vida continuaba entre carbones encendidos,
trajes
que ahora nos parecen viejos,
dulces
bordados de seda,
y
lágrimas rojas,
que
brotaban de los dedos.
Hubo
un amor en primavera,
los
otoños todos se juntaron,
tantas carreras igual que ahora
ambición,
dolor, esclavitud...
Mucho tiempo y nada cambia,
el
progreso no es más que volver atrás,
el
mismo son, los de arriba, los de abajo,
esclavizados
sin imposición,
más si por hambre, un hambre que nada sacia
y
por nombre se llama Ambición.
Ayer
se clamó por justicia
pero
la justicia se escondió igual que hoy.
Nada
cambia, sólo hay menos montañas,
un
mundo oscuro y gris con baldosas de cemento,
brillos
y estratos, marcas costosas,
pero
el más fuerte es el mismo de ayer
dejado
como herencia.
A
pesar de todo, bella vida que retornas,
unos
van, otros llegan entre un lago tibio.
Aparecen
de nuevo los besos, los abrazos,
retornan
las miradas ardientes
con
lágrimas,
sin
ellas.
Se
renuevan carcajadas con escarpines tejidos
aparece
la mágica vida,
sin
saber de dónde llega,
desnuda
en mera carne
rosada
o morena.
¿Será
que ella soy yo?,
o tal vez yo era ella...
Nunca
estará solo el mundo
aunque
parezca un desierto.
Volverán
los festivos renacuajos.
Por
un camino ácido, los niños de ayer
Nadando
vienen, nadando van.
Se
repiten en cada cuna de hoy
y volverán
desde luego los cascabeles
a
llenar de vida y contento un hogar.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
octubre 2/13
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