miércoles, 2 de octubre de 2013

ELLA [130]


ELLA [130]

Advierto en sus ojos el cansancio,
también había ilusión y esperanza.

Fueron tiempos difíciles, /todo era pecado,
pero la vida continuaba entre carbones encendidos,
trajes que ahora nos parecen viejos,
dulces bordados de seda,
y lágrimas rojas,
que brotaban de los dedos.

Hubo un amor en primavera,
los otoños todos se juntaron,
tantas  carreras igual que ahora
ambición, dolor, esclavitud...

Mucho  tiempo y nada cambia,
el progreso no es más que volver atrás,
el mismo son, los de arriba, los de abajo,
esclavizados sin imposición,
 más si por hambre, un hambre que nada sacia
y por nombre se llama Ambición.

Ayer se clamó por justicia
pero la justicia se escondió igual que hoy.

Nada cambia, sólo hay menos montañas,
un mundo oscuro y gris con baldosas de cemento,
brillos y estratos, marcas costosas,
pero el más fuerte es el mismo de ayer
dejado como herencia.

A pesar de todo, bella vida que retornas,
unos van, otros llegan entre un lago tibio.

Aparecen de nuevo los besos, los abrazos,
retornan las miradas ardientes
con lágrimas,
sin ellas.

Se renuevan carcajadas con escarpines tejidos
aparece la mágica vida,
sin saber de dónde llega,
desnuda en mera carne
rosada o morena.

¿Será que ella soy yo?,
 o tal vez yo era ella...
Nunca estará solo el mundo
aunque parezca un desierto.

Volverán los festivos renacuajos.
Por un camino ácido, los niños de ayer
Nadando vienen, nadando van.

Se repiten en cada cuna de hoy
y volverán desde luego los cascabeles
a llenar de vida y contento un hogar.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 2/13





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