AL VIENTO [49]
A ese invisible Dios que me hace suspirar:
¿Estás ahí?, ¿eres quien cada segundo me
regala el sonido del aroma?
¿Tienen sonidos los perfumes?, escúchalos
cuando pasas por un jardín,
entretiene tus ojos ante el brillo de una
luciérnaga,
¿y acaso no ves que estás aquí?
Un pequeño corazón se ha enredado contigo,
es el mío que palpita por salir…
La ilusión de noches estrelladas pegada de tu
mano,
una caminata al fin por entre el bosque
serenando nuestros sueños al cantar de tu voz,
y sonriendo entre labios, al paso invisible
del Señor.
Vuela por mi lado una hoja, ¿es dorado su
color?
Lluvia que empapa mis ojos... ¿traes un verso
de amor?
Dije: ¡no más!… correré hacia tus brazos,
navegaré cerca del lago de tus ojos
para quedarme complacida ante un amanecer
sin sentir rechazo nunca más.
Búscame viento amigo…
Has escuchado mi voz y te persigo,
adormecida estaba en medio de tanta espina,
aturdida entre tanto dolor y ruido,
más enviaste a un colibrí sobre mi reseco lago,
se ha inundado mi vida de complacencia.
¡Ven amada brisa, fresco viento!
¡Regálame un traje de amor, para no estar
triste!
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, septiembre 21/13
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