YO, EL ÁGUILA [19]
¡Abrir mis alas como ella!,
correr y elevarme como una cometa
que se antoje la brisa de mí,
tibia y reposada,
viéndote desde arriba....
Yo, el águila,
¡sería magnífico!
Desde la alta montaña
divisar un amanecer trasnochado,
apreciar un ocaso, siendo libre y feliz.
En cualquier noche
buscar el remanso de tus alas,
el beso de tu pico en el mío,
el dulzor de tu lengua repetido.
Yo, el águila...
Amando la libertad y el verdor,
componiendo sones de amor
entretejidos con gigantes ramas.
Y mañana,
cuando mis alas te adviertan
volando a mi lado,
yo, el águila,
proclamaré
que Dios existe
y habita
nuestro propio lago.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 26/13
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