NUESTROS CAMPESINOS [22]
Quise escribir algunas palabras en una página,
pero parece imposible, no sé si es el Internet de mala calidad, pero no paso de 3 o 4 palabras, siento como si hubiese bloqueo, o
tal vez virus que llenan el computador, entonces por mi deseo de participar lo
que sucede me aventé a mi blog, pues en medio de la angustia de los muchachos
del campo, está ese atoro que nos impide salir a gritar y acompañarlos, como
una silenciosa doble moral que nos acompaña, pues estamos bien en nuestros
hogares, con una aparente calma que podría
explotar en cualquier momento.
Soy una
ignorante, pero todos sabíamos que no estábamos preparados para el TLC, si
preguntas en la calle a cualquier persona, nadie sabe de qué se trata, pero
sabíamos que no era bueno, presentíamos que el tal progreso era una farsa, como
todas las que aparecen en éste siglo XXI donde el ser humano se convirtió en
una máquina fabricante de dinero y dolor.
Pelean
nuestros campesinos porque han quemado sus semillas, se han visto videos
prendiendo fuego a bultos de arroz, porque ellos no pueden guardar semillas,
sino comprar las semillas que ahora se manejan como el más burdo y sucio
negocio. Algunas de las semillas que compran les generan enormes costos, y la
producción en algunas regiones los ha llevado al fracaso, ellos prefieren las
semillas milenarias que están adaptadas a los climas y terrenos, no a las que
quieren obligarlos a que siembren, para una sola cosecha, pues las que producen
las compradas, no servirán para producir nada, si las guardan creyendo que
cultivarán con ellas y sí tendrán que manejar venenos que después recibiremos
todos, y sus consecuencias fatales para nuestra salud.
El hombre pasó a ser un artículo, ellos
necesitan de nuestra enfermedad para producir químicos y drogas y vender,
vender, vender, hasta el alma se la venderían al diablo por dinero.
Ni
siquiera nos están dejando los medios para comunicarnos, alguien me dice que no
diga nada, pero lo mío es tan simple que todos lo conocen, lo que he visto hacer
desde hace muchos años, donde los campesinos pierden cada día sus terrenos,
porque la verdad de todo, es la visión que hay debajo de esas tierras, sus
minerales, el oro, las esmeraldas, el coltán, la palma africana, adueñados de
sus tierras con el aval del gobierno, que permite la explotación minera a
multinacionales y así todo lo que se avecina para nuestro país, es ruina.
Estamos en manos de quienes poseen el poder,
las armas, estamos sometidos a un sistema, ellos son los verdaderos verdugos
del pueblo. ¡qué triste!, tengo 54 años, pero nunca he vislumbrado la paz para
mi país, trabajé en una zona roja, y a diario veía amigos campesinos muertos,
en una cruenta guerra sin fin, donde los ellos siempre han estado en medio de todo, y han
sido los más ultrajados y sufridos, en todo éste asunto.
¿Será
que los presidentes y quienes tienen el poder, creen que nunca morirán? Triste
pasar por la vida sin hacer nada por los demás, si es verdad que existe el
cielo, no tendrán cabida allá, tiene que haber un infierno peor del que les ha
tocado a los colombianos vivir en ésta horrible guerra violenta sin fin.
Por ellos doblo las rodillas, pido a Dios una
luz sobre las personas que tanto mal le causan a la humanidad, para que
respiren profundo, y se animen a buscar ese rayo luminoso en sus vidas y
cambiar la suerte de tantos, que hoy lloran lágrimas de sangre y siguen orando
y confiando en un Jefe superior, en una fuerza invisible que rige el destino
humano para que todo mejore y haya paz al fin en Colombia.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla, agosto 26/13
Publicado
por Raquel en
13:30
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