martes, 7 de mayo de 2013

DESCUBRÍ (142)

DESCUBRÍ (142)

Descubrí que eres mi gran amor.

Entonces, con furia de vendaval, 
me desvío del camino 
y corro hacia tu olor.

Huele a pino silvestre la montaña,
a esos aromas de naranjal en flor;
a delicias tu cuerpo 
adornado de manantial.

Nadie detiene mi andar, 
ni el impulso del alma.

Me dejo llevar de la brisa, 
del cantar, del ahínco,
de esa comedia mágica
que pone a latir mi corazón.

¡Y corro con la velocidad del rayo!
Pareciera cortar la corriente 
para fustigarme en ti,
que seas en mí,
luego morir de amor 
entre tus brazos.

Me cerca la indolencia y me castiga,
pero avanzo de a poco, sin errores;
espero esa mirada, ayer esquiva,
para perderme en ella
sin rubores.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 6/13 

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