ME
GUSTA [50]
Me gusta despertar sabiéndote por ahí,
pareces un potro en la llanura
corriendo detrás de todas las niñas en celo.
pareces un potro en la llanura
corriendo detrás de todas las niñas en celo.
Saber
que adviertes en la brisa ese olor,
ese encanto que llenará de vida sus panzas
y te antojarás de un invierno
que será perecedero.
ese encanto que llenará de vida sus panzas
y te antojarás de un invierno
que será perecedero.
¡Cuánto me gusta ver tus negros ojos
detrás de tus potrillos!,
comprender que a pesar de todo,
una eterna nostalgia, tan mínima,
es una gota de rocío sobre mis párpados,
que parecen beso de madre
dándome sus cariños.
detrás de tus potrillos!,
comprender que a pesar de todo,
una eterna nostalgia, tan mínima,
es una gota de rocío sobre mis párpados,
que parecen beso de madre
dándome sus cariños.
¡Cómo me gusta enamorarme
de los canelas de tu piel!,
de esas ancas fuertes
que patean con rabia aparente,
pero en su corazón
guardan la dulzura de un bebé.
de los canelas de tu piel!,
de esas ancas fuertes
que patean con rabia aparente,
pero en su corazón
guardan la dulzura de un bebé.
¡Ay vida como eres de preciosa!,
/bien lo decía mi vieja
cada vez que triste me veía,
esas palabras añejas de una canción
que tantas veces escuchamos:
“¿Por qué te amargas la vida,
por qué no entiendes mi amor?”,
y el resto de letras
que se plagiaron en mi corazón,
para comprender cada segundo
que nada se mueve
sin la voluntad de Dios.
/bien lo decía mi vieja
cada vez que triste me veía,
esas palabras añejas de una canción
que tantas veces escuchamos:
“¿Por qué te amargas la vida,
por qué no entiendes mi amor?”,
y el resto de letras
que se plagiaron en mi corazón,
para comprender cada segundo
que nada se mueve
sin la voluntad de Dios.
A pesar de todo,
cómo me gusta verte
tan fuerte y arrogante
con tu cuello levantado
al sol de tus mañanas,
buscando entre las tristezas,
pequeñas alegrías,
sin esa carga sobre tu lomo
que no te dejaba volar
como un águila
sobre las verdes montañas.
cómo me gusta verte
tan fuerte y arrogante
con tu cuello levantado
al sol de tus mañanas,
buscando entre las tristezas,
pequeñas alegrías,
sin esa carga sobre tu lomo
que no te dejaba volar
como un águila
sobre las verdes montañas.
¡Mi potrillo amado!:
mi negro destino que viaja detrás de todas,
pero nada quieres conmigo…
mi negro destino que viaja detrás de todas,
pero nada quieres conmigo…
Amanecí pensando
que es rara la vida a ratos,
que lo que deseo se aleja,
y entonces pongo mis quejas
entre los suspiros de los gigantes árboles,
y espero que con el trinar
de un ave perdida,
se endulce alguna mañana,
sin doler verte pasar
raudo por mi camino.
que es rara la vida a ratos,
que lo que deseo se aleja,
y entonces pongo mis quejas
entre los suspiros de los gigantes árboles,
y espero que con el trinar
de un ave perdida,
se endulce alguna mañana,
sin doler verte pasar
raudo por mi camino.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 23/13
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