viernes, 26 de abril de 2013

MATANDO EL TIEMPO [33]

MATANDO EL TIEMPO [33]


Hoy me propuse matar el tiempo,
y recostada a tu espalda,
una rocosa pared que se antoja de mis llanos
no me deja trepar por hilos que cuelgan,
pero vagando, sólo vagando por ahí
encontré el amor que anhelaba.



Herí la noche con mis nostalgias
sin poder dormir tampoco.
Me levanté un poco la falda,
los días pasan, las noches largas;
los pies descalzos y la brisa
sin importar el mal tiempo,
me toman de nuevo con mis tristezas.



Quise entonces fabricar un verso
y sobre mullida cama que ayer fue un árbol,
soñé con aquéllos días y noches
donde la mansedumbre se volvió hiena
y la amistad una terrible condena.



Confiar es mi debilidad, también mi azote.
Con el tiempo me he vuelto torpe,
caen las hojas de un leve otoño,
una primavera que marcha;
un ocaso antojado de miles de colores
tornasoles que el tiempo roba
veloz y aprisa, mientras lloro.



Y me descanso ante tus ojos,
una sonrisa leve tal vez provoque,
en tanto los acíbares de la vida

tornan en besos que ya no fueron…


Y entre mi dolido pecho
se bordan rosas que se deshojan,
así también, las falsas palabras


que ya no duelen.


Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, abril 26/13 


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