NO
DIGAN [39]
¿Dirán que no estuve?,
Vine
con el corazón en la mano,
entregué
una misión a todos
pero
no lo comprendieron.
Dejé
una rosa en verano, un lirio en invierno;
mostré
la blanca espuma que bajaba de los cerros,
entregué
un cantor en cada ventana,
una
madre para que amaran.
No
digan que no estuve aquí
cuando
tus pechos hurtaron,
un
consuelo entregué en tus manos,
y
con un hilo de seda mágico
te
volvieron a la vida.
Advertí
que estaría sobre ti,
te
robé el lirio más amado,
un
tiempo adicional cada segundo
para
que plantaras en el rosal asignado.
Fue
vano mi sufrir
lo
tuyo, una sonrisa pasajera,
¡no
olvides que lo advertí!
Si
la ves volar hacia otro espacio
más
plácido y lisonjero,
sabrás
que pasé por aquí
disfrazado
de colibrí.
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
febrero 15/13
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