jueves, 21 de febrero de 2013

LOS OJOS DE MI MADRE [24]

LOS OJOS DE MI MADRE [24]


Eran sus pequeños ojos una esmeralda, 
tan preciosa su mirada; tan claro su resplandor,
parecía la luz del amanecer en días aciagos,
era la mirada de una mariposa
al abrir la celda donde dormía un rato. 



Eran sus ojos cristalinos
limpia por dentro y por fuera,
su visión siempre al norte
a donde la roca fuerte dirigía.
su única maldad fue amar
su razón de ser: El Creador.



Agua de manantial en vaso de cristal
así era ella, así su dulce mirar,
miel que se desperdiciaba por doquier
dulce lago: ¿en dónde estás?



Ha de estar viendo desde allí
no sé si con pesar,
pero una pequeña mariposa blanca en mis manos
me ha dicho, que acaba de llegar.



Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, febrero 21/13





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