lunes, 10 de diciembre de 2012

PALABRITAS 1012 (51)

PALABRITAS 1012 (51)


El cáncer de Chávez no es peor que el cáncer de la corrupción que tanto azota a nuestro país, para él una oración al cielo y para todos los que estén padeciendo ésta terrible enfermedad. 

Me apena pensar que hay muchos que sonríen ante el dolor ajeno 
y sólo traen cargas sobre su existencia. 

Un llamado de atención:  
que sea por nuestra madre tierra el arrepentimiento... 
Dicen que en unos días el mundo se acaba, 
si se acaba será para bien de la naturaleza, 
pero es seguro que continúa,
y ahí es donde debemos iniciar la siembra de hombres nuevos... 

Me unto de juventud para que se me quite lo añejo.

Como una novia se viste mi ángel

su larga cola parece lluvia de estrellas
cuando el sol ilumina sus fulgores
y el iris nace bajo su sombra. 

Copia el atardecer encendidas llamas en un lago

de las nubes tu amor bajo la sombra,
de tus paisajes las palmeras cantadoras,
de la lluvia de mis ojos, manantiales. 

Mi pintor tiene el poder de copiar en sus cristalinas aguas el cielo, 
de mojar mis labios con un beso de lluvia, 
de hacer brotar flores en el desierto 
y ocultar  el sol al caer la tarde
para que florezca de nuevo
donde hubo oscuridad.

Tengo tu rostro y tu sonrisa, 
tu mirada no es la mía, 
tu lengua apetece más de lo que puede comer, 
y a mí me basta sólo un poco de verdor del mismo tuyo, 
pero que no alcanzas a disfrutar 
por andar mirando hacia tu propio desierto interior. 

Soy el mismo reflejo en el cristal 

pero el cristal no refleja lo que soy.

Una oruga será mañana mariposa

una flor será semilla,
una semilla repetirá una historia
que será poesía en los labios
o aliento en el estómago de alguien. 

Ninguna madre aceptará que su hijo es feo...

El amor dulcifica las palabras

pero el odio las enciende.

La belleza es nuestra mirada de complacencia 
por algo que nos gusta, 
la fealdad es sólo una ilusión óptica.

Si entregamos amor, eso recibiremos,

si entregamos dagas, ellas nos herirán más tarde,
si odiamos estaremos llenos de dolor
si perdonamos ni los espinos nos herirán
y las rosas mantendrán el perfume de la ilusión
que permitirá  limpiar nuestras conciencias. 

Muchos seres han pagado condenas terribles 
impuestas por nosotros.

Ser inocente e indefenso 
ha sido lo peor que le ha podido pasar a nuestros compañeros de viaje: 
los animales. 

El amor viene en nosotros desde que nacemos, 
pero al crecer, el hombre se corrompe 
en una sociedad que olvida que es sólo un pasajero más 
en ésta barca de la vida.

Nacer,  crecer, multiplicarnos, morir... 

Amar, entregar, una tarea tan fácil
pero el veneno de la soberbia es tan fuerte
que olvidamos cada segundo 
que nuestra vida y muerte 
es tan igual como la del más mínimo de los seres.

Cuando el hombre se conjuga con la naturaleza y se vuelve parte de ella, 
ha cumplido con esa labor de amor que muchos no hemos descubierto. 

Dios está en todo, 
su rostro son los ojos de los indefensos, 
su voz es su silencio, 
su dolor es el dolor de aquéllos que no pueden hablar como el hombre, 
pero Él lo sabe y nos deja sus juguetes para que los amemos, 
no para que los devoremos. 

Cuando el hombre pretenda su propia libertad
se dará cuenta de que no hizo nada con su oportunidad de serlo, 
tanto sometió a otros que se esclavizó en la tarea. 

Los dejo con mi princesa, 
muchos no creen en ella, es su problema.
Creo en mi reina y sólo falta que me visite 
porque actúa de forma mágica.

 La fe es el mejor tesoro para el hombre
 con ella podemos soñar que existimos 
y morir creyendo que resucitamos a una nueva vida.
 Que su luz los proteja y bendiga en medio de locuras y risas.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla diciembre 10/12




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