lunes, 10 de diciembre de 2012

LOS POLOS (49)


Flores en Villa de Leyva-Colombia Liz Nayibe Àlvarez R.



LOS POLOS (49)


En las pequeñas cosas podemos alentar nuestra fe.
Un polo negativo y uno positivo 
Para finalmente encender esa luz mágica con ayuda de los dos,
Esa claridad final que a todos nos asusta 

Pero es la verdad en medio de nuestras dudas.


Un oruga en cualquier rama…
Una celda fabricada por ella misma
La libertad hacia una luz oscura o blanca
El tiempo otorgado para vivir 
En un jardín plantado de violetas
O en el anochecer si las bellas de noche 
Dejan su reposado aliento
Sobre el cristal desnudo de una cascada.

La energía que lo mueve todo…
Saber que podemos vivir amando o seguir odiando
Para comprender en medio de nuestras claridades
O en las oscuras profundidades de la mente
Que todos tendremos que ir tras la luz
Como las mariposas negras de la noche.

Todo está dado para que no haya pobreza
Pero el hombre se empeñó en ser individual
En buscar tesoros bajo el mar
Y querer robar al cielo sabiduría.

Polos donde se deshiela el amor
Y otros donde la frialdad los congela
Para que una vez más la luz tibia del sol
Llegue en cualquier momento y bese las nieves
Para dar paso al verdor y florecimiento de las praderas
Donde la vida brotará como por encanto.

Ésta es la vida…
Dos polos: blanco y negro
Que en cualquier segundo buscarán la unidad
Para dar paso a la energía que alumbrará éste desierto
Donde lo habita la inconformidad del hombre
Llevándolo a buscar su propio beneficio
Olvidando al resto de pasajeros que llegarán
Al mismo destino en cualquier momento,
Sin importar las vanidades que lo cubran.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, diciembre 10/12


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