martes, 30 de octubre de 2012

MAMI


Madre, no llores por mí...
los espinos quedaron lejos de mi alcance
danzo sobre una inmensa cometa de luz
y desde aquí te observo gemir.

Te contaré que puedo llegar a tu aposento
y te abrazo cuando duermes
tomo tus lágrimas y te acaricio
veo que mis cosas no se han movido
y vuelo feliz sobre tu árbol y trino de contento.


Te busco amor mío en el tejado del cielo
sobre la inmensa roca que conoce tu camino
en las aguas marinas donde buscas consuelo
y en el agudo chillido que me invita sobre las olas
a volar contigo.

Raquel Rueda Bohòrquez
Barranquilla, octubre/12

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