La lluvia tiene el aliento de todas las primaveras
Escucho a Cortàzar y mezclada con el mar,
Una sombra oscura se diluye, dando paso a la magia de existir.
Navegan los pequeños barqueros con su mirada perdida
Buscan en el ocaso una esperanza
Mitigan el dolor de sus manos con la sal de mar.
Suena el piano de nuevo mientras se desviste una rosa
El trino de un ruiseñor en plena lluvia me conmueve
Entreno mis manos sobre tu pecho y bebo del nèctar de tu piel.
Busco un motivo y lo encuentro en una reseca rama
Cuando la brisa eleva una pequeña hoja
Y la deja caer de nuevo sobre un arroyo veloz.
Arrecia de nuevo y siento una tibieza en mi corazón
Espero que las semillas retoñen mañana
Advertirè mis girasoles virar el sol
Sostendrè que estabas ahì, que retornaste una vez màs
Cuando al agitarse el limonero, el olor que traìa la brisa
Y al descubrir un nido de gorrión en mi ventana,
Raquel Rueda Bohòrquez
Barranquilla, octubre 14/12
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