DESVESTIDA

Sobre mi piel tus carnosos labios
Bordando poemas y tejiendo versos
Una oración declina sobre mi pecho
El atardecer anuncia tormenta de rojos en el cielo. 

Quiero ser en el invierno tu abrigo
El calor en la naciente primavera
La cascada que bese tu piel morena
Desvestida como el río por la ladera.

Viene un amante que tiñe de púrpuras mis sábanas
Donde la inocencia un ayer quebró mis alas
Mi alma desnuda invita a un ocaso
Declama versos con tu boca sobre mis pechos.

Duerme la noche… -¿quién lo diría?
Las cuerdas de mi guitarra suenan, al paso de tus dedos
Mitiga éste dolor que me vuelve ausente
Lléname la piel de pétalos de tu alameda.

Calla… suspira sobre mi cuello que temo despertar
Toma todo lo que tengo que parece tuyo
Ya vendrá un mañana donde no estaré
Y un eterno invierno, descubrirá que tengo frío.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 19/12