AGUA AZUL
El cielo tenía ese azul fantástico
El que te hizo extender los brazos,
No sabías aún que sería tu primera y última vez.
El encanto estaba en todo…
Las nubes como algodones colgantes
La lentitud de sus movimientos,
Los corderos que parecían pastar en el cielo
Tan increíble como esa helada brisa que te besaba.
¡Es tan poco el tiempo…!
Te extrañamos tanto y aún no digerimos nada
Mientras un paseo a ese lugar mágico
Como una despedida para aceptar tu retorno,
Los cerros que parecían despojados del verdor
El olor a eucalipto tierno y los pinares
Parecía el lugar perfecto para una despedida.
Aquí quedaron tus últimos besos, tus ardientes caricias
La palmera llena de pecas, que como estrellas se robó la noche
Las sonrisas, las carcajadas, las prisas los ahorros, los planes…
Un potro enseñado a pasear amantes, alcahuete de besos
Como una vieja matrona que todo lo sabe,
O un viejo curtido que comprende de la vida
Y los gorriones se amaron tanto, que el tiempo
Los tomó de madrugada aún con los ojos abiertos
Boca con boca, piel con piel.
Una promesa de amor escuchó la tierra,
Se quedó en Laguna Azul como testigo mudo
Y a lo lejos, el trinar de las aves engalanó la noche
Cuando la luna sólo observaba en silencio
Que se acercaba el tiempo de la marcha
En un caballo blanco teñido de dolor,
Donde las rosas más bellas adornaron tu última morada.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, julio 28/12
No hay comentarios:
Publicar un comentario