De nuevo soledad amiga mía
Noche de silencio donde habitas,
La penumbra de tus sombras
Retorna a ésta marchita primavera
Con sus cansadas manos,
Donde la mirada está perdida
Y los sueños se acabaron.
Tu aura presiento de un tibio color
El violeta extendido hasta mi habitación,
Y levanto de nuevo la mirada como es costumbre
Y sé que allí te encontraré…
En el espejo posado en mi pared
Que ha robado tu esencia y la conserva.
Los pétalos de tus labios sobre un gran árbol
Donde reposa tu existencia con olor a rosas,
Y un fuego interno pareciera brotar dentro de mí
En éste jardín donde habitas como un mago,
Aquí reposas y me observas en silencio
En aquél mutismo donde te busco y presiento encontrarte.
Besas mi piel, y me transformo en mariposa,
Ésta soledad se convierte en verdad
Y cierro los ojos ante tu presencia,
Cuando al sentir tus besos en mi boca
Como uno solo nos vestimos
Como uno solo volamos al infinito.
Deja que los cerezos nos contemplen;
Qué celosos han de estar de este amor ciego
Aquí como uno mezclados con el espacio
Navegaremos en una orgía interminable,
Donde nuestras alas nos conviertan en uno
Y las flores de loto se abren a la vida,
Navegando en un lago oscurecido donde ya no existo,
Pues estoy contigo.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, junio 9/12
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