lunes, 28 de mayo de 2012

CHARLANDO CON MIS ÁNGELES




CHARLANDO CON MIS ÁNGELES

Hola mamita, buenos días:
Quiero que me cuentes sobre tus flores
Si está fresca la mañana que besan tus ojos
Y los sueños de un sitio mejor es realidad.

Cómo quisiera saber con certeza sobre ese viaje
Si existe el cielo, el infierno…
Si todo lo malo lo pagamos aquí o allá
Y si existe la balanza justa…

Estoy tan llena de preguntas y tristezas
Éste dolor me está acercando a ti poco a poco;
Pero antes quisiera que hablaras conmigo,
Que paseáramos de nuevo por ese paredón gris
Y tu sonrisa lo abarcara todo…
Y tus oraciones me mostraran ese cielo que tenías en ti.

Te diré que tus guanábanas están inmensas…
Que las flores eran certeza de una gran cosecha
Ya pronto estarán sobre la mesa en honor a ti
Y el primer bocado, la primera que encuentre madura
Sólo te pediré permiso a ti para probarla,
Y sabrás que al tomarla haré un brindis
Donde el motivo sólo sea volverte a ver algún día.

Quiero que le digas a mi amado niño
Que ha dejado una huella imborrable,
Como si un diamante hubiese sido tallado
Y nuestro corazón tiene su brillo
Y nuestros ojos brotan perlas por su ausencia.

Aquí Vichu, Caro, Kevin… todos te recuerdan
Cada amanecer es mirando al cielo, en silencio
Cada oración y cada canción escuchada tiene tu sombra
Y ese sitio tuyo irreemplazable…
Tu pequeño cuarto abrigado donde tanto amaste
Tiene aún tu perfume y nuestras visitas.

Tus cosas están como las dejaste…
Tal vez algo cambie de dueño,
Tus hermosos zapatos los heredó mi hijo
Y cada vez que los ve, una lágrima nueva asoma
Y en silencio sale veloz, no a ocupar tu puesto
Nunca ese puesto tuyo lo ocupará alguien,
Pues siempre estarás navegando
Siempre sonriendo y amando y corriendo
Como veloz golondrina que sólo sabe amar.

Alguno de los dos me contará
En un sueño antes de mi marcha;
Todos queremos saber si es verdad
Que hoy son sólo luz, solo brisa fresca,
Y que las flores de cada día son besadas
Como los colibríes, siempre he pensado
Que todos los animales son almas que vagan,
Que sólo esperan nuestro amor
Pues ellos son nosotros mismos,
Y sólo humedecen mis ojos cuando los veo
Llenando mi alma de emoción.

Mamita, cada día estaré aquí
Pensando en ti y en mi monacho
Y en todos los que se adelantaron,
Mientras sigo soñando que la muerte es vida
Y la existencia aquí… es sólo un paso a lo eterno.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, mayo 28/1

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