viernes, 16 de marzo de 2012

BUSCANDO LA FELICIDAD

BUSCANDO LA FELICIDAD


La barca continuaba su camino:
Sólo gaviotas, sólo alcatraces
Extasiados de azules y blancos…

La capitana  siempre tenía su mirada  fija
La  borrachera de anoche estuvo grave
Acabó con las reservas…

Los ayudantes preocupados observaban
Mientras a lo lejos un águila de cabeza  blanca
Lanzó aquél agudo gemido que quebró las olas…

No había marcha atrás…
El carbonero hizo su trabajo,
Los cocineros adobaban los peces
Y yo… bueno yo inventaba otra tontería…

Ya todos estaban en sus sitios…
Mientras unos trabajaban para que estuviéramos bien
Otros luchaban por buscar la felicidad…

Parecía que ella estuviera lejana
O hubiese quedado atrapada entre las rocas frías
O tal vez era tan evocada 
Que pronto olvidamos que existía.

Me puse a buscar en las palabras…
Divisé ese rojo sol de nuevo besando las olas,
Un gran delfín azul voló deleitando mis ojos
Y un pequeño ballenato se asía de unas enormes tetas.
Un pequeño pez de colores tan mágicos y brillantes
Saltó  para caer en la boca de otro más grande que él…

Así… en éste cuento de mares, de brisas  saladas,
Buscaba  el motivo de mi existencia… la razón para que fuera feliz…
A lo lejos… una pequeña barca se perdía entre los índigos
La gran muchedumbre de mi barca estaba extasiada
Nadie pronunció palabra… nadie sonrió…
Sus rostros  de hoy eran adustos…  no parecían tristes
Era tal su inconformidad… que aún a pesar de estar navegando
De que otros se rompieran el lomo  por trabajar para ellos
Sus motivos parecían perdidos, sus vanas ilusiones se quebraron
Y  perlas de sal bajaron por sus mejillas, cuando a lo lejos,
Atravesando el  inmenso mar, un gran arco de colores
De tantos colores mágicos y divinos,
Mostró que sólo éramos un pequeño punto en el universo.
No había nada que nos llenara… 
nada que nos hiciera sentir conformes
Y  la búsqueda infructuosa continuó.

La felicidad se perdió en el infinito… ante nuestros ojos…
Un  gran círculo apareció llenando de brillo las olas
Y las estrellas del cielo sostenidas por mano mágica
Nos anunció que tal vez si cerráramos los ojos
Un nuevo día nos haría descubrir que todo estaba ahí.

Pero siempre buscamos una felicidad inexistente…
Si hoy abriéramos los ojos y miráramos,
Descubriéramos la magia de nuestra propia existencia
Ese óleo nuevo de nuestro Pintor
Nos decía que no buscáramos más…

De nuevo las inmensas olas se tornaron apacibles,
Y en silencio,  detallamos nuestros ojos…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla,marzo 12/12







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