miércoles, 22 de febrero de 2012

NOVELAS SIN EDITAR (18)


NOVELAS SIN EDITAR (18)

La historia de amor se inició en cualquier esquina,
ésta vez asomaba tímida, no era de novela
donde el rico resultó ser el pobre y la rica heredera
la hija de la criada y ya no era hija de la criada
sino del mayordomo que resultó ser hijo del rey...


Ésta historia de amor tenía olor a necesidad,  sabor a miseria,
sí, a esas historias con olores nauseabundos de los que nadie cree
donde se dice que no existe el amor entre los pobres
y es allí donde se cultivan las rosas que se regalan.

La chica llegó descalza, sus pies llagados...
El camino era una porquería, aún tenia brillo en la mirada
aún su piel traía ese olor a flor inconfundible de la juventud
y sus blancas piernas algunas vez teñidas de rojo
sabían encontrar en azules ojos aquél extraño sentimiento.

Él la observó... Era sólo un vago que montaba en bicicleta
recorría senderos a pie muchas veces arañándole a la vida un bocado
y en su rostro pálido y triste halló también esa mirada,
la dulce niña que alguna vez descubrió tendida en el camino
y que por siempre se talló en su corazón.

La nena observó que allí podría estar tranquila
en esos brazos que se presentaban cual fuerte roca  
en ojos de resplandor divino y boca que su llanto acalló...

Ya la novela cursi se había editado
pero la realidad estaba aquí en éste cuartucho de madera
donde con caricias y llantos había un consuelo,
y entre sus flacos y delgados cuerpos
brotaba una semilla con olor a talco fresco.

Barranquilla, febrero 22/12

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