viernes, 6 de enero de 2012

COMO UN ÁGUILA (68)

COMO UN ÁGUILA (68)

Hermoso sentir que alguien viene presuroso, 

a darte un abrazo.

¡Pasa el tiempo ante nuestros ojos, 


cual mariposas al viento
tratamos de elevarnos suavemente...

¡Qué cansadas estamos las gaviotas del camino!
¿Qué azor vendrá tras nosotras 

a interrumpir nuestro vuelo?


Anhelantes tornan los días 


cuando las canas llegan
y todas las arrugas nos someten,
como subyuga el sol a la pradera.

A nadie le gusta el engaño,
menos recibir las migajas,
a pesar del esfuerzo y el talento.

Tampoco me agrada ser como soy,
una callada roca que sólo aguanta
esperando la fuerza de las olas
sobre el acantilado de la existencia.

Quiero retornar a tiempos viejos,
pero no existen, 
sólo en el pensamiento he de viajar
allí seré lo que desee, 
sin que nadie me robe los sueños
para pintarme en un mañana mejor.

Un lugar donde los corruptos no tengan cabida 
y el águila se remonte apacible y cálida
extendiendo  sus alas libremente, sin miedo al cazador,
con su mirada brillante 
contemplando que desde el cielo
todo es magnifico y que esto era solamente un mal sueño
que al abrir los ojos terminó.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 6/11

1 comentario:

  1. Hola amiga, ahora me cuesta más encontrarte, pues tengo que venir hasta tu casa, pero siempre que puedo vengo, ya que me encanta leer tus poemas y no te vas a librar de mi tan fácilmente como crees. Lo qué no me gusta mucho son estas letras tan pequeñas, pues ya uno es viejo y le cuesta, jejeje. Un beso gordo para ti y sigue escribiendo así.

    ResponderEliminar