COMO UNA LOBA (33)
Un juego de azar nuestra vida;
observo frescos arroyuelos,
el oleaje abrumador con sus resoplidos sordos,
la misma caracola que ayer enviaba sones
en una pluma de colores.
Lánguida, ¡parezco un clavo en la pared!
Manos acariciando muñecos viejos,
hastiados de mi esencia,
copas vacías sobre el tocador.
El dorado invita...
Sobre un almohadón de hojas secas
la nave de tu olvido pasó rauda…
Intento levantar vuelo hacia tu espacio
quedando sólo una pluma pasajera
que tal vez mires sobre la cerca de tu hogar,
o un corazón pintado de nube
convertido en ruiseñor en tu enramada.
Aquí voy... ¡La misma vieja cansada!
La gran maleta de mis anhelos, que no cambian,
y una rosa para ti.
Tal vez alcances a observar mis manos,
las quimeras elevo al cielo azul.
Espero una luz clara divises,
donde no exista la cizaña y la mentira,
que huyó entre lo oscuro de la luna.
Escucharás lamentos de loba
que gime desde una gris ventana
y guarda tu amor en el corazón,
como el bosque al musgo
que esconde el rocío para el manantial.
y guarda tu amor en el corazón,
como el bosque al musgo
que esconde el rocío para el manantial.
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 14/11
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