sábado, 15 de octubre de 2011

AMANTE MÍO



Aquí estoy de nuevo, igual a tu poema,
he mirado al horizonte pensando en ti
la alameda es la misma, la montaña sigue aún en el mismo sitio,
los alcatraces huyen veloces sin aparente motivo
más mi corazón quebrantado y solitario
espera amante mío, sueño de mis noches solitarias
con un beso de tus labios, perdiéndose en el ropaje de mi piel.

He sentido también la brisa,  y también tu nombre he pronunciado sin querer,
ese poema tuyo me ha dejado sin aliento, esa voz tuya me quebranta
esas miradas tuyas aún en el silencio de la noche siento

Ven amor mío, piérdete dentro de mi ardiente piel,
calcínate dentro de mí, tal vez no haya un mañana,
aprovecha que aún están tibias las sábanas y aún mi boca suspira anhelante,
aún mi corazón palpita dentro de un cofre que poco a poco marcha.

Quiero yacer entre tus brazos viendo hacia esa luna que hoy invita a un abrazo,
a unos gemidos de gata golosa.

¿Qué esperas? ¿que mañana ya no esté viendo hacia ese espacio tuyo
 donde tu barcaza, es arrastrada por la corriente fuerte de un oleaje indolente?

Acerca tu barca a la mía que ardorosa espera,
por esa voz tuya envuelta en un traje rosa,
en unos tristes ojos que añoro,
en unas piernas que desean abrigar las mías y fundirse como toro en la pradera,
con un gemido ardiente, con el cántico del búho desde los robledales 
y un baño de luna sobre nuestras desnudas pieles.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, octubre 14/11

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