EL VIEJO DANDI [21]
L4R (17)
El viejo deambula
ya no pide, sólo mira
no sueña, respira...
No camina, se arrastra...
No tiene mullida cama;
cualquier esquina le
sirve...
El viejo aún sonríe,
más pareciera una mueca
con dientes corroídos
sucio rostro ya sin
quejas.
El viejo lleva partidos
los pies
¡parece grasa!... ¿o es
su color?
Es un puto viejo
marihuanero,
se enyerba si monedas doy.
¿A quién importa?
Es sólo un pobre huevón
que ni lágrimas tiene,
ni alientos para
defecar,
pues tiene vacío el
vientre
sobre un dolido
corazón.
Lo que si observé hoy
es que lo acompaña el
perro,
lame sus pies, ¡muy
triste!,
se arrucha sobre
su lecho
con gemidos lastimeros
orquestado por el gato
que sólo la luna
escucha...
Un viejo abandonado...
¿Para qué son los
asilos?
Los impuestos se
pierden
en fiestas y bacanales,
abundancia de placeres
sobre tetas
descomunales.
¡Pobre puto viejo!...
Ya ni limosna pide,
no tiene aliento en las
manos
sólo un cartón podrido
donde hace sus
necesidades.
Así lo encontraron hoy,
casi nadie lo miró,
había inmundicia y
terror
en ese viejo rincón.
Con sus ideales vencidos,
viajó al cielo un
ruiseñor,
más sus ojos y su boca,
permanecieron
abiertos...
Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla,
septiembre 23/11
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