de Sheila Smith Anderson, el Viernes, 03 de junio de 2011 a las 7:19
Y te aprisioné.... te dije que eras mío y no te soltaría aunque las llagas penetraran tu piel y tu corazón tibio se mostrara frío, te dije que las mieles de tu amor a mí pertenecían, pero te acorralé tanto, te corté las alas y el espíritu lo deshojé como una triste margarita, que al fin... cansado de tu prisión de mentiras, en el último pétalo deshojado me dijiste sí: ¡eres el sueño que buscas en tus vuelos de águila, ya no te perderás más... ven: ¡ dame un beso y jugaremos los dos al escondido!
SHEILA.
MAYO 3/11.
SHEILA.
MAYO 3/11.
No hay comentarios:
Publicar un comentario