MI
PERLA [31]
Acerqué
mi barca a tu corazón y me sentí libre,
una
joya fue donada y la guardé en lo profundo,
en
ese rincón del tiempo donde nadie entrará.
Mi
tenacidad se hizo evidente,
no
importa si el viento sacude con fuerza,
si
me golpeo contra las rocas.
Nada
podrá hacerme daño,
tengo
un barquito con fuerte coraza
que
del mal me protege.
Siempre
yendo y viniendo con las olas
su
voz es un llamado de lo alto,
¡ahí
está!, un rayo que llena de fuerza
su
energía es mi yo interno
que
prosigue su marcha
confiada
en ti.
No
me oculto, busco del mar su tesoro guardado,
cambio
mi casa si es de mi agrado,
para
ir resuelta a ese candelabro encendido
de
tu ojos en mí.
Corro
de nuevo, ¡te atrapé!
¡Te
amo!, eres la tierra negra que busco
profundidad
tan solo hallada en ti,
letra
simple para horadar tu bosque
y
una roca lunar será para mí.
Aroma
de Dios al fin,
mis
tenazas tu fuerza, dócil me llamas,
mansa
me dejo llevar…
Soy
cordero que habita los mares
y
en otra coraza me pinto
en
otro brillo me guardo.
¡Véndeme
esa perla!
Ves
cómo siempre buscada,
sin
saber,
¿me
la habías legado?
Raquel
Rueda Bohórquez
Barranquilla,
abril 21/15
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