jueves, 12 de mayo de 2016

AL CAER LA NOCHE (42)


AL CAER LA NOCHE (42)

Y cae la noche con su velo oscuro…
Ahí, en el silencio del perfume que se expande
Estarás conmigo,
Sin la impertinencia de la gente
Ni los ruidos sordos de la guerra.

Esta noche no habrá mala intención;
Esas miradas que ríen y divulgan,
Esas que nos hacen sonrojar a veces,
No estarán en nuestra intimidad
Porque se han ido al valle de sus pisadas.

Andarán despacio, se habrán de quemar
En esas hogueras que incendiaron
En donde el amor se mató,
Y las cenizas se las llevó el ave Fénix
Con su legión de cuentos y hadas marinas.

Corre las cortinas, ¡que nadie nos vea!…
Sin hacer ruido seré tuya, despacio;
Cerrando los ojos cual ave anidando.
Seré pichón callado ante leve pisada
Y en medio de todo, nadie escuchará un grito;
Gritaremos hacia adentro.

Serán pasiones locas consumiéndonos,
Carbones quemando el corazón
Y resucitándonos luego
Entre versos y versos
Agitándose entre las brisas marinas.

Tú gaviota mía lejana y ausente
Que no haces caso de mis gemidos de amor
Pero sé que estás ahí;
Escucho tu caminar despacioso,
Tu rostro tiene la palidez de un lirio;
Quiero encenderlo a versos
Y que te arropes con mi desnudez
Para que sientas la vida.

Raquel Rueda Bohórquez
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DAÑAR A OTROS (43)

DAÑAR A OTROS (43)

Siempre habrá un envidioso en el camino, que no acepta los triunfos ajenos; a esas personas les digo que a veces es mejor callar que herir sentimientos, se nota cuando hay mala fe.

Si alguien se gana un premio, es porque se lo merece, los aplausos no son para todos, pero el paisaje sí. ¡Cojan oficio!

Imagino a veces cómo se han de sentir las personas a quienes dan un premio así sea virtual, es una manera de motivar a la gente, un incentivo, una pequeña alegría; luego viene  el comentario falso que no ha de faltar por ahí, eso fue lo que leí a un amigo a quien dieron un segundo puesto en poesía, y el tipo insistía en preguntar en dónde estaba el poema, y él de nuevo lo colocaba, sin darse cuenta de la mala intención de quien hacía la pregunta, ya después, que todo resbale, siempre hay gente que siente celos de otros y aprovechan el descuido para dañar su pequeña alegría.

Estos días no han sido tan claros, mis hijas denigradas por una chismosa del barrio. Desde hace muchos años, cuando mi hija se fue a estudiar a otro país en un intercambio de trabajo y estudio, fue la comidilla de boca en boca, según doña chisme, se fue a trabajar de prostituta. Veo que quienes trabajan en esto ganan mucho dinero, quisieran verlas en eso, pero han sido valientes y trabajadoras, y a pulso se ganan lo que son, otro día las veré ocupando los mejores puestos porque se lo merecen, les ha tocado sufrir muchos desengaños y ultrajes, y el sol jamás ha dejado de brillar. En estos días lo siento muy intenso sobre mi vida, de nuevo son la comidilla y es la misma brujita mala que no sabe otra cosa que vivir pendiente de dañar a otros, creo que debería estar en la cárcel, pero siempre digo a mis hijas que es mejor que resbale todo, el tiempo se encarga de hacer justicia.

Da pena con esas personas, a veces la misma familia se encarga de hablar mal unos de otros  en vez de apoyar y ayudar, y en medio de éstos amargos, recuerdo que siempre hay una mujer en medio, ¿será que tenemos más capacidad de maldad?, una mujer nos grita cosas que tiene guardadas enfrente de todos, y luego sigue como si no hubiera quebrado un plato; pero la vida es un continuar,  mi madre solía decir: tranquila mija, soporte, sea como una roca, a mí me han tocado muchas espinas y todas han salido suavemente, porque en el camino la misma vida nos permite ver en qué termina quien nos daña la reputación y nos jode tanto, han de ser cosas de Dios. Su vida era movida por la fe, pero no dejaba de llorar, era muy sensible y se deprimía, su cura eran las hierbas, las aspirinas, y ante todo la oración.

Han salido a sus trabajos, no son hijas que todo lo esperan de los padres, sino que se ganan un sueldo trabajando y así estudian, no precisamente en prostitución como quisieran las personas malvadas que por falta de oficio pasan su tiempo dañando hogares y vidas ajenas, pero luego las veremos siendo gerentes de algo, o simplemente con sus historias bonitas, brillando siempre mis estrellas tranquilas y bellas, esos son los reales celos, sienten envidia de mis flores lindas, porque se ven al espejo y reflejan esa sombra oscura que las guía, no saben admirar sus propias bellezas y riquezas, entonces se vuelven personas oscuras y resentidas. ¿A cuántas niñas han dañado sus rostros simplemente por envidia. y a cuántas han destrozado sus vidas por lo mismo?

En este momento canta el mirlo, es lindo terminar de escribir sabiendo que mi madre ha tornado a casa, seguro que estaba de orquídea en algún balcón y luego se transformó de nuevo para regalarme un abrazo con su canto.

Raquel Rueda Bohórquez
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ENTRE POETAS (44)

ENTRE POETAS (44)

¿Cómo amanecería el poeta que más amo?
Sólo cuídate mucho,
Camina despacio eso ya lo sabes;
Disfruta tus segundos,
Y piensa en mí de tanto en tanto.

Recuerdo ese ayer de gaviota herida
En el rincón más triste, con la ventana cerrada;
Pareciera que el cielo hubiese desaparecido
Y todo en mí desangrara…

Fue ahí cuando me di cuenta que estabas,
Que acudiste cual águila al llamado de sus hijos
Y en medio de un verso me animaste a volar
Sin importar las fuertes brisas del momento.

La depresión tocó fondo por vario tiempo
Pero entre tú y el sol me dieron abrigo.
Se fueron secando las heridas y nacieron otras plumas,
Con ellas nos crecimos, parecíamos dos soñadores tristes
Que se hallaron en medio del océano.

Me tocaste y te toqué, fue una corriente de fuego
Que pasó de mi corazón a las piernas,
Luego subió y bajó, parecía un foco encendido
Al verte pasar por esa estrella
Y ahí nos volvimos poesía, sin ruidos ni alardes.

Nos amamos más que otros que lo gritan
Y en silencio, en éste silencio a veces nos alejamos
Para que el huracán nos despierte otra vez
Nos repita con su ardor:
¡Ámense de la manera que deseen!
Toquen sus almas, parecen cítaras al viento,
Peguen sus corazones en el invisible momento
En que la musa los atrape y los haga girar.

Así sabrán de qué manera bendice el amor,
De qué manera sana y da fortaleza.
Qué al otro lado, desde el invisible espacio,
Un hilo de cometa se alargue y seamos los tres
Abrazados en un poema…

Raquel Rueda Bohórquez
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