martes, 19 de abril de 2016

HA DE LLOVER (26)



HA DE LLOVER (26)

Nunca será tarde para un aguacero;
Más temo que su bondad me asuste
Ya que los árboles se fueron,
Las montañas tienen cuevas
Que moran a la sombra de un suspiro.

Ha de llover hoy, ¡lo presiento!
El mundo muere de sed,
Los niños penetran la tierra
Y beben de Dios sus lágrimas.

Luego vacíos sus estómagos
Corren con sus pocas fuerzas.
Los he visto tomar del cardo
Su corazón florecido.

Nunca será tarde para un aguacero,
¡Jamás!, ¡qué llueva sobre los lirios!
Después, que corran ladera abajo
Todas las joyas del cielo
Adornadas de guijarros,

Para que el sol de la tarde se anuncie
Con el iris de soberano,
Y mi corazón de testigo.

Raquel Rueda Bohórquez
19 4 16



EL SERBIO Y DON SIERVO (27)

 EL SERBIO Y DON SIERVO (27)

El Siervo berreó un poema
Que la Sierva no escuchó;
Más el Serbio sabe más por Siervo
Y la Cierva sigo siendo yo,
Pero no le siervo ni un tinto
Ni le hago ningún favor.

El Serbio se pasea
Con su buche de tambor,
¡La Sierva que le berrea,
La cabra que se contonea,
La burra que se menea!

El Ciervo siembra y siembra
En la llanura de mi Sembrador,
El Serbio y Don Siervo
Hacen del llano un temblor.

Más la Cierva que no es sierva
Ni presta el azadón;
Es una llamarada
Que hace alarde de tenor.

Más El Serbio cariacontecido
Me ha pedido un favor:
¡Que las pepas le recoja
Para sembrar una flor!

Más la Cierva que no es sierva
Sino que soy yo;
Ni pepas ni casquetes,
Ni cachos ni mozalbetes
Ni montañas ni laderas
Le harán de servidor.

Y Don Siervo y el Serbio
Se fueron a berrear.

Montaña arriba los vieron:

¡Trepe que trepe!
¡Berré que berré!
¡Y más ná!...

Raquel Rueda Bohórquez
19 4 16



EN MI ESTRELLA (28)

EN MI ESTRELLA (28)

A ratos parece que nos vamos;
Las fiebres de la vida nos aconsejan reposo
Y vemos desde la ventana
Que la nuestra se abre a otras ideas y pensamientos íntimos,
Que acusan recibo de abrazos y caricias...

Grandes nubes vienen a besar mi cielo,
Y en él te veo, temblando de pasión;
Ahí te busco, entre los rayos que se cuelan necios
Y forman una estrella,
En donde te escribo mi amor.

Se nos ha secado la garganta;
La vida es un suspiro corto
Que desvela nuestros sueños,
Más seguimos en ellos, ahí te sigo viendo,
Con una sonrisa triste que se agranda
 Y te hace brillar los ojos, tan negros,
Que pareciera que en ellos
Se ha colado un deseo de mi estrella fugitiva.

A mi amor que suspira en mí;
A ese poeta que nace cada segundo
Y en su rostro marca heridas viejas
 Junto a todos los aromas de las flores que ha tocado.

Para él un beso grande,
El mejor de los abrazos,
Y mi deseo porque esté bien pronto,
Que se luzca con su ventana abierta para mí,
Porque ésta necia ventana de par en par,
Espera el contento de un verso,
Sin exigirle a la vida nada más.

Raquel Rueda Bohórquez
19 4 16