jueves, 31 de marzo de 2016

FIONA (1)


FIONA (1)

Ella era un paquete de dulzura,
Con sus travesuras nos hizo reír
Y con sus dolores nos hizo llorar.

Poco tiempo,
Muy poco para tanto amor.
Fue palideciendo en un ir y venir
Cual estación con su crucifijo a cuestas.

Un día dormía con Carlos, otro día con Pedro
Pero su anhelo siempre fue estar con Hidaly
Aunque al viejo no le gustara
Verla arruchada en su cama,
En el fondo mucho la amaba,
Un tanto se hacía el sordo,
Otro tanto se hacía el ciego.

Luego de las navidades,
Después de las fiestas,
Antes de ir al trabajo,
Siempre ese par de estrellas
Iluminaban la palidez de un cielo
Que poco a poco de ellos se alejaba.

¡Ya no está!
Se ha ido en medio de mucho dolor.

Se fue con las fiebres de muchos días
Con los pinchazos en la carne
Y sus grandes amores
Copiados en el espejo puro de sus ojos.

Sé que llorarán un poco,
Pero más que todo;
Recordarán que un tanto de Dios
Estuvo rondando cerca,
¡Muy cerca de todos!…

Raquel Rueda Bohórquez
30 3 16


AL VIENTO (2)

Amarillo


AL VIENTO (2)

Pregúntale al viento si me amas,
O si estoy viendo
Hacia un lugar equivocado.

¡Presiento que sí!, que hay otra mujer,
Y que siempre he sido una necia
Marcando el paso de mi tambor
Donde no hay respuesta.

Pregúntale al viento
Cuál es la razón para ésta melancolía.
Dile que espero muchos días
Sin importar que nieve,
/aunque jamás he visto nevar
Sino en mi corazón/;

Más pregúntale si puedo
Seguir escribiendo versos de amor,
Y que nada interrumpirá su marcha,
Ni aunque se ponga ante mí el sol.

Pregúntale si puede venir
Y hacer remolino en mi figura,
 Para enviar con él un verso de amor,
Y entre la brisa nos tocaremos;

 El aire será testigo de un raro cariño
Que tiene mojados los ojos de pesar,
Y el corazón parece sonar,
Como las hojas que se lleva en su andar...

Pregúntale si en tus ojos negros
Queda algo para mí
De ese fuego que nos encendió;
Y de esa lluvia que mojó algo más
Que nuestras ilusiones.

Ahora pienso que al verte
Enciendes mi rostro.

Parezco una amapola
Esperando el sol de la mañana,
Y anhelando el baile de la tarde.

Pregúntale al viento
Si puedo estar bajo las ramas de tu árbol
Y ser la enredadera en tu tronco,
Quedar ahí prendida
Hasta que la mañana nos sorprenda
Con otro aguacero de versos,
Y otro mundo de hojas secas
Llenando nuestros sueños de poesía.

Raquel Rueda Bohórquez

31 3 16

FIEL AMANTE (3)



FIEL AMANTE (3)

Regresé, para imaginar
Que no estoy en tu olvido.
Pegada de tu pensamiento vivo,
Como las orquídeas
De su gajo moreno.

Pienso que soy para ti
Un granito de arena;
En cambio tú,
Eres lo más grande que puedo ver,
Que te admiro
Si al abrir mi pequeña ventana
Puedo hallarte y sentirte conmigo.

Eres un trozo grande del amor
Que se pega en mi rostro
Y pinta pecas en los ojos...

A ti mi Sol de este día,
Que no te has mudado de esquina...

No para cualquier buche pluma
Se inflama mi pecho,
Si no por quien en mi lecho
Vuelve dorada mi cintura
Y entre las flores rosadas
Que se hinchan con tersura
Dejas un canto de oro
Para lidiar tú dulzura.

¡Siempre te veo!
Eres mi mañana despierta;
El atardecer de colores
Y el ocaso es una oración
En tu despedida.

A ti Señor
Que engalanas los mares
Con tu mágica figura,
Y en tu redonda cara
Guardas tanta hermosura.

Que embelesada mantienes
Esta imagen tan frágil
Pensando en aquél día,
Que no rayes para mí
Ni despierten tus fulgores
A otras cálidas mañanas.

Luego me acobardo
Si no puedo verte,
Si al mar alguna tarde
No puedo regresar;

Si en otro día no me abrazas
Como fiel amante,
Y en otro amanecer
La nieve
Ocupe tu lugar.

Raquel Rueda Bohórquez

31 3 16

SIEMPRE AROMA (4)



SIEMPRE AROMA (4)

Luego que se alejó
En ese silencio de nube pasajera
Cargada de sueños;
En ese, ¡ya no fue más!,
En que languidece todo
Y se queda la vista abierta
Hacia la libertad;

Luego que no me vistes más,
Me di cuenta que seguías aquí,
En el espejo de agua
De mi manantial,
Brotando cada día
Más y más...

Después de ahí,
Terminó mi apego a tantas cosas
Que me mantenían prisionera,
Para vivir cada segundo para recordarte,
Y saber que eras de mi mundo
El amor más pleno,
Y la sonrisa más franca.

Ahora, en que flores rojas
Bordean mi primavera,
Y se vuelve blanca la cabellera;
Y las manos se cansan
Antes de que las tuyas
Hubiesen renegado;

Ahora en que lloramos por todo
Y nos resentimos por nada;
Me doy cuenta
Que eras un roble de cristal,
Un globo que se elevaba
Sin prisas en el otoño
Cual hoja vestida de grandeza,
Y explotaba con visos de colores
Ante la mirada del sol.

Ya es eternidad
Para saber que jamás te has ido;
Que sigues perfumando mi existencia
Por siempre,
¡Por siempre mamá!...

Raquel Rueda Bohórquez

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