martes, 5 de enero de 2016

EN UN TRIGAL/Azucena Caballero (48)

EN UN TRIGAL/Azucena Caballero (48)


En un campo de trigo seco;
Ahí ha de estar cantando
Con pajaritos de colores,
Con una cascada rebosante
De amores, y el sol
Pegado de la montaña.

Entre dorados y verdes
La vida se despide,
Pero quedan de esos cariños;
Recuerdos que se borran
Poco a poco de las páginas
Donde escribimos,
Y se mantienen en nuestros ojos,
En otro trigal y en otro río.


Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, enero 5/16


PAZ EN SU TUMBA

SI DIOS (49)



Si Dios es vida, ¿cómo podré vivir lejos de Él?
Socorro Rueda


SI DIOS (49)

Si Dios es brisa,
¿Cómo dicen que dejaré de respirar?

Si Dios es luz,
¿Cómo creen que mi lámpara ha de apagar?

Si Dios es todo,
¿Por qué razón me he de afanar?

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 5/16 

SE FUE LA TARDE (50)


SE FUE LA TARDE (50)

Se fue despacio, sin pedir permiso;
Cargando todas las penas y alegrías de otro día.

Sobre su hombro de pálida mortaja, me ha robado el amor.
Pero nada le importa, y nada persigo;
Pues continuará a pesar de todo, de mí y de ti.

Se fue como un niño sin sangre...
Blanca rosa en un corralito de madera
Vestida con un traje bonito, bordado de flores,
Y una media sonrisa en su rivera.

Se fue... ¿Para qué cargar con tanta pena?
No pudo siquiera regalarme un beso;
Y me quedé viendo sus dedos: ¡qué fríos se pusieron!
Parecía que ahora era nieve en la cima de una montaña;
¡Y me contenté luego, por ella!

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 5/16





BASTA DE LLORAR (51)

BASTA DE LLORAR (51)

¿Para qué lloramos a un muerto?
Dejemos que repose
En esa calma que le fue donada.

¡Era su hora!, ¡mejor cantemos!
¡Llega la tarde con un amor,
Su aroma me persigna;
Su canto me persigue;
Su faz enreda mi boca
En ese negro topacio,
Y sus manos parecen palomas
Perdidas en mis senos!

¿Me sienten temblar?
¡Qué rico se siente!
Suben y bajan ríos y corrientes,
Y en mi estómago explotan estrellas
Que nadan en mi profundo mar...

¡Basta de llorar!, mejor oremos un poco,
Robemos a la vida un tanto de felicidad,
Porque ahorita puedo ser yo,
Y no quiero sus lágrimas
Si jamás me pudieron amar.

Llora por el verano
Que está secando el estómago
A los niños de la Guajira;
Por los que huyen con ganas de vivir
Y no encuentran un abrazo,
Ni un rincón para acampar sus penas.

Llora por los bosques y las aves
Que han perdido su árbol
Y deambulan de aquí para allá,
Como niños sin destino.

¿Ven que hay más por quién llorar?
Los muertos han dejado de sufrir,
Ahora ríen su carnaval
Arriba de las estrellas,
O puede ser que navegan
En un estómago nuevo,
En medio de gritos ahogados
Y calambres luego.

Llora por ese mañana incierto
Que le espera al bosque
Y a nuestros nietos.

Por esas sombras oscuras
Que diseñan maneras de matar la vida
Y de herir la muerte.

Pero no lloremos a los muertos:
¡Ya no más!,
Dejemos que su recuerdo
Los mantenga vivos
En nuestro corazón.

Raquel Rueda Bohórquez

Barranquilla, enero 5/16

¿ME BUSCAS?/Adela (52)

¿ME BUSCAS?/Adela (52)

Luego que vi tan rojo el piso,
Recordé que amaba las rosas;
Pero más que las rosas,
Parecía tener una atracción por sus espinas.

¡No sé qué sucede!, la vuelvo a ver,
Sentada y solitaria en un rincón del tiempo,
Y estira su mano.

Sus ojos parecen un foso
Donde caben mil estrellas,
Y su boca suelta a sonar…

Parecen cascabeles de niño sus carcajadas,
Y se pegan, ¡jajajajaja! / ¡Cómo reíamos las dos!,
¡Y cómo lloramos ahora!

¿En dónde estoy?,
¿Por qué ahora no aroman las rosas?
¡Ayúdame!, /pareciera gritar.

Diles que sus oraciones me han de salvar.
Luego corre; levanta su falda de espuma
Y se pasea entre las olas del mar.

Un caracol dibuja antenitas de carne
Y continúa su camino…
Una ostra me regala un racimo de perlas
Para adornar mi vestido, y corremos de nuevo.

Me uno a esa soledad tan sola, y nos acompañamos.
¡Vamos!, ¡sí, vamos querida mía!;
 Sigamos riendo de la muerte,
Mientras nos sigue torturando la vida!

Ya no éramos, ¿qué te pasa?,
Y mi propia soledad vistió de negro.
Entré en ese caparazón triste en donde estaba,
Y nos abrazamos: ¡te quiero!, ¡te quiero!...

Alargué la mano con ese regalo pendiente:
Un cactus en flor;
Y al fin, otra vez el cascabeleo nos juntó,
Y el amor nos hizo reencontrar en éste enero 5,
Viéndonos a los ojos del alma.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 5/15


LUZ (53)

LUZ (53)

¿Tanto miedo nos produce la oscuridad? ¿Por qué?
Entre más oscuro, las luciérnagas estarán más felices
Y las estrellas se verán más muertas...

Asunto de luz; cuestiones de Dios...
Pero nosotros pagamos el recibo.

Tanto brillo para no sentirlo en un parpadeo,
Más es la razón cierta que nos mantiene despiertos.
Un descanso siempre es negro, ¿por qué será?
Es ahí donde nos volamos de la vida
Y nos ensayamos a morir.

Es como si un algo nos dijera que no tengamos miedo,
¿A quién no le gusta olvidarse de las angustias?
Un largo sueño, en el piso frío, si hace calor,
Con una suave almohada,
Perdidos en ese túnel de mi compadre,
/A él le gusta húmedo,
Porque puede resbalar su carne y sentirse vivo,
Pero a mí, me agrada olvidar por ratos, que existo,
Con la diferencia de que al cerrar los ojos,
Un demente sin cuerpo se posesiona en mí
Y se bebe mi energía,
Para despertar con más ganas de dormir,
Pero despierta, ¡ojalá se pudiera!...
¡Siempre vivo pendiente de esa luz!,
No quiero nada de oscuridad;
Tengo miedo desde niña;
Me acosan esas sombras
Que parecen monos de colores, y ríen de mí, /no puedo orar,
Hasta se enredan mis palabras
Y un padrenuestro parece eternidad.

¿Por qué a mí?, no comprendo y espero,
Así con mansedumbre,
A que se encienda en esos corazones de roca,
Esa pequeña lámpara de luciérnaga,
Y todo este dolor se vaya,
Nos vayamos muy lejos de aquí,
En donde escuche pajaritos de monte
Y los vea anidar entre pinos silvestres,
Oliéndole a la vida un poco de paz
Y vislumbrando una cálida mano
Acariciando la mía.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 5/16






¿AHORA QUÉ SOY? (54)

¿AHORA QUÉ SOY? (54)

Me veo al espejo;
Está corroído de tanta pestilencia.
Alguien abre la pluma del gas con insistencia,
Tapo la nariz y me veo de nuevo.

Soy un reflejo prestado,
Mis gafas baratas mucho más me han servido
Que esas nuevas con vainas raras
Que me jodieron el bolsillo y abrieron más el roto.

Y al recordar el roto que un niño vio,
Ha dibujado mi rostro una sonrisa;
“Le vi el doto a mi mami”, y todos reíamos,
Porque en su inocencia nos vimos retratados.

Asomé otra vez; ¡Cuántas heridas!
Quiero borrar todo, pero han marcado mi tronco.
Estarán ahí, hasta que ese día,
Sin una despedida, bogaré en silencio,
Casi muda, entre templadas aguas de un océano.

¿Qué soy?...
Adivino que el cielo se copia
En una gota de rocío;
Se desvanece con el sol
Y se llueve otra vez
Sobre mi pálido vestido.

Soy una brizna en el viento,
Un aroma…

Soy, ¿qué soy?

¡Ya sé!, soy una sombra en un trigal
Que levanta vuelo sin asustar;
Canta versitos al viento
Y contenta se va…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 5/16




MI JARDÍN (55)

MI JARDÍN (55)

Tiene de todo mi jardín:
Una clavellina abierta
Y dos padres en oración.

Están mis pensamientos en ti
Despierto mi corazón,
Que al verte tiembla sin razón.

Mi jardín tiene primaveras
Otoños y veranos,
Y en mis ojos llueven esperas.

Hay un rincón para un árbol;
Aquí vienen amigos a jugar
Y otros se entretienen en amar.

Arriba del árbol
Divisé un mirlo cantor
Con ojos de princesa y amor de Dios.

Unas plantitas de ausencia
Se crecen por ahí,
Pero más se crece mi amor por ti.

Mi jardín es todo lo que tengo:
Rocas y espinas 
¡Y éstas ganas de volar junto al viento!

Raquel Rueda Bohórquez 
Barranquilla, enero 5/16




MENTIRA (56)

MENTIRA (56)

¡Es mentira!, no creo en nadie.
El único que no miente es el sol,
Pero tampoco lo hace
El árbol apostado en la puerta,
Regalándome flores y frutos,
Bendiciéndome con sus hojas.

¡Mientes!, no eres quien me ama,
¡No puede ser!
¿Qué tengo de especial para qué suceda?

En cambio Él me regala este día de vida,
Una ilusión cantando de rama en rama
Y estas ganas infinitas de vivir...

¿Para qué mientes?
Ya no creo en las personas;
Mi fe se pierde día a día,
Quedando un espacio entre mis brazos
Para quien en verdad lo manifieste.

Para Él todo, y para ellos,
Quienes me siguen y lamen los pies
Queda la huella del amor entre mis versos.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, enero 5/16