MI GATA GIAN
(37)
Se hace
ovillo para mis pies besar;
¡Me hace
ronda!,
Pienso que
para ser ésta hora
Es demasiado
suave su piel
Y puede más
que yo,
Acariciar,
sobar, amar…
¡Quién
dijera que mi gata parece un humano!
Es testigo
de una fiebre vieja,
Y ella, con
su manto de seda me sigue;
Conoce cada
huella,
El hartazgo
robado de un poema de Benjamín;
Esos
intermedios de un verso jamás divulgado
De mis ganas
que parecen vino embotellado.
Y reviento
luego a cantar,
Pero ella
bien lo sabe y ronronea;
Mucho conoce
la mirada que se esconde
En medio de
lentes empañados,
Y se hace
ovillo de nuevo;
Me besa, ¡me
besa como un amante!
Muerde mis
dedos,
Suena como
una abejita en su panal.
Mi gata, mi
Gian es algo más que un ángel;
Es un enredo
de hilos entre plata y dorado
Negro y café,
que me hace sonreír;
¡Es su fin,
lo sé!…
Se abre de
piernas y bendice la noche
Al disparo
de un flash,
Con ese
brillo mágico que no me asusta.
Es una vieja
lámpara que ilumina
Con gracia
de poeta,
Cada rincón
de mi pequeño mundo de cristal.
Ella es una
verdad pura
En medio de
tanta hipocresía.
Mi Gian es
poesía, ¡sin más!
Raquel Rueda
Bohórquez
Barranquilla,
diciembre 10/15