Y SE FUE
(50)
El atardecer
se va;
Me ha
castigado otra vez
Y no vi
siquiera abrir una rosa
Ni sentí el
perfumar de su voz.
Ha pasado la
mañana,
En mi rincón
el tiempo vuela.
Pero tú
pareces blanca paloma
Dormida en
un rosal.
Y te vi, era
vaga tu sonrisa...
Un frío escarchó
tus dedos en los míos.
No paré de
llorar un sueño perseguido
Y corrí
hasta el manantial
Que cubre tu
montaña.
Ahí me
enredé en tus hilos de plata;
Se quedaron
las flores del campo
Escondidas,
tímidas al verte pasar,
Y me quedé
como una espina
Aguantando a
mi flor
Que se
vencía lentamente,
En medio de
una mañana
Que no
adivinaba del sol
Su encendido
despertar.
Raquel Rueda
Bohórquez
Barranquilla,
diciembre 6/15