domingo, 29 de noviembre de 2015

EN MI ESPEJO (2)


EN MI ESPEJO (2)

Estaba pensando en mi turbio espejo, y en lo coquetas que son las flores para los colibríes, y en esto se va el día, la primavera huyó aprisa, sin darnos cuenta se va, como un suspiro en una flor, y nos quedamos viendo una sombra en medio de un empañado lago, con una mirada que no adivina nada, y entre brumas y sombras desaparece...

Se fue el amor, más siempre pregunto: ¿qué será en verdad el amor?
¡Ay! ¡Qué ilusiones locas, tan vanas y tan pocas!/ ¡pero tan deseadas!

Le preparo un café a un momento, ¿quién está triste hoy?
Mi hijo cantó para mí como un chorlito en pantano,
Y se quitó esa barba que lo hacía ver como un ermitaño triste y solitario.

Aquí entre nos, estaba muy deprimido porque se enredaron sus dedos en un punto y una coma, y no salió su pentagrama como él deseó, a pesar de tanto esfuerzo porque todo estuviera bien,
Pero a veces las cosas no son como deseamos, el miedo nos achica, el temor nos acobarda, y eso que nos creemos preparados para enfrentarnos al mundo.

Después de un abrazo, ese ánimo fue de sonrisas,
¡Llenó mi mundo su mirada!
Fue música a mi alrededor, ¿qué más deseo?/pero deseaba, es inaudito
Esperaba una tarde mecida en tu carne, deseando fueras mi hamaca
Bajo ese mismo árbol de hace un siglo.

Añoré un verano bajo las mansas aguas de un río,
Bañada en tu lengua, como locos, tocando dizque lo prohibido,
Y me di cuenta que me faltó pecar,
Me hizo falta hacer el amor contigo,
Todas las veces en que la carne lo pedía,
Y ahora, ¿qué pasa con ahora?,
Todo es una ausencia de ti que me hace enmudecer.

Me faltan tus ojos, añoro tu cabello negro, extraño esas carcajadas,
¿Ya para qué?, todo se esfumó, pero mi hijo se parece a ti, es lo más extraño,
Como si al engendrarlo te estuviera pensando,
Y al pensarte estuvieras en mí.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 29/15

PARA DOS (3)

Desde mi ventana


PARA DOS (3)

Está la mar tranquila,
El cielo se vistió de oro
Y en tus ojos negros

Hay una invitación.
Está perfecto para dos
Sin desviar la ruta
Seremos verbo y poesía
Tú y yo.

Mansas aguas, eso eres
Día propicio para cantar
Día perfecto para reír
Día único para orar.

Mi barca diriges
Eres mi timonero
Fabricante del amor
Y del vino más caro
Que de ti anhelo.

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, noviembre 29/15


CANOERO (4)


CANOERO (4)

Canoeros en Caño de la Ahuyama
Contar que sus aguas todavía apestan,
No hay peces ni subienda,
Pero sí mucha fiesta
Y garcitas blancas en la rivera.

Nada es gris
Nada es turbio
Nada es oscuro
Si sobre nuestra cabeza
El cielo es bruno.

Se dobla en turbias aguas
Pareciera que nada pasa
Ni esa hediondez fuerte
Que al canoero abraza.

Pero ahí está
No espera peces
En ésta pobre subienda.

Pasarán gentes
De aquí para allá,
Es una pesca rara
Sin bonanza ni atarraya.

En sus ojos un brillo
A pesar de lo gris del mundo.
De sus bocas una sonrisa;
¿Por qué reirán?

Huelen a eso que apesta,
A carne podrida sin fiesta
A basuras que se arrinconan,
A pobreza que se hace sublime
Si los vemos de nuevo
Con esa boca perlada
Y ese brillo que ilumina,

Más que las nubes en sus aguas
Y más que las estrellas
Que fulguran en medio del ruido.

Hay danzas y tamboras
Que le hacen fiesta a la vida
Para que la pobreza no se note
Y el hambre se mitigue
Con música y juegos
En medio de tanta poesía
Y demasiado olvido…

Raquel Rueda Bohórquez
Barranquilla, 29 noviembre/15